Boris Johnson, pronuncia un discurso este viernes en Londres (Reino Unido), después de que los conservadores alcanzaran la mayoría absoluta que buscaban para ejecutar el «brexit», según el recuento oficial de votos de las elecciones generales de ayer jueves en el Reino Unido
Antilavadodedinero / TheWashingtonPost
Los líderes europeos brindaron este viernes por la contundente victoria electoral del primer ministro británico Boris Johnson, que abrazó el resultado decisivo para un hombre que hizo campaña a favor de Brexit y en contra de gran parte de lo que defiende.
La celebración contra-intuitiva surgió de la dimisión de Europa de que la separación del Reino Unido de la Unión Europea era inevitable y de las frustraciones de la UE con más de tres años de tratar con líderes británicos que apenas tenían el control de su propio Parlamento.
Ahora se espera que el Reino Unido salga el 31 de enero y entre en un estado de limbo de 11 meses, donde poco cambiará en la vida diaria de los ciudadanos, pues el Reino Unido seguirá estando sujeta a las normas de la UE y podrá comerciar con Europa como si fuera un miembro de pleno derecho.
Pero los líderes tendrán que hacer una carrera furiosa para llegar a un acuerdo comercial y trabajar en su relación post-Brexit antes del 31 de diciembre de 2020, cuando el período de transición estaría a punto de terminar. El fracaso podría significar la misma ruptura que ambas partes han dicho que quieren evitar.
Mientras los líderes europeos y británicos se preparan para embarcarse en esas negociaciones, la parte europea espera que el tamaño de la victoria de Johnson le permita cumplir los acuerdos y evitar que sea tomado como rehén por los partidarios de la línea dura de Brexit, que solo favorecen la ruptura más severa.
Pero reconoció la tensión en las conversaciones que se espera que comiencen poco después de la salida formal del Reino Unido del bloque.
Alemania y otros países quieren mantener los vínculos con el Reino Unido, pero cuanto más se aparte Johnson de las normas de la UE, más duras serán las restricciones que impondrán a las empresas británicas.