El ex Gobernador Rodrigo Medina reapareció ayer en un video en el que negó tener cuentas bancarias en el extranjero y una red de empresas para hacer triangulaciones millonarias, luego de revelarse que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) lo denunció por lavado de dinero y evasión fiscal.
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Cerca de la medianoche, el priista compartió el video en Twitter, donde tenía más de cinco años de no publicar.
“Quiero negar pública y categóricamente que yo tenga algo que ver con lo que ahí se menciona”, afirmó.
Ayer se publicó que la UIF, a cargo de Santiago Nieto, le detectó una red de empresas para hacer triangulaciones millonarias, depósitos en efectivo entre cuentas bancarias y empresas fachada, inversiones en fondos extranjeros y envío de recursos a cuentas en Alemania, Suiza, Argentina y Emiratos Árabes Unidos.
Según la UIF, las irregularidades de Medina superarían los mil millones de pesos.
“Yo no tengo cuentas ni en Alemania, ni en Suiza, ni en Argentina, ni en Emiratos Árabes Unidos”, recalcó, “es totalmente falso y ridículo, eso jamás ha existido ni existe, ni de forma directa ni indirecta”, dijo desde Monterrey.
“…Tengo todos mis estados de cuenta de 2009 a la fecha, y es muy fácil comprobar que esos movimientos jamás se hicieron. Tampoco he constituido una serie de empresas para beneficiarme o triangular miles de millones de pesos a mi favor”.
La primera denuncia presentada por la UIF ante la FGR es por la venta de un terreno en Saltillo por 92.6 millones de pesos, con la que intentó justificar que tenía ingresos para la compra de una residencia de 13.3 millones de pesos en el fraccionamiento Las Misiones en Monterrey.
Sobre la autocompra de un terreno propiedad de su familia, Medina dijo que el predio fue adquirido en copropiedad en 1988, cuando no era funcionario, y se liquidó de manera legal.
“He sido objeto de persecuciones políticas”, señaló, “y que en la Fiscalía Anticorrupción me ha investigado de manera exhaustiva a mi persona y a mi patrimonio, y siempre ha dado la cara, siempre he acudido a todos los llamados de la autoridad, porque no tengo nada que esconder, y al final los tribunales me dieron la razón”.