Rusia apuesta por Maduro, Venezuela y su petróleo

Rusia ha gastado millones en Venezuela como aliado estratégico, si el régimen chavista cae, la Plaza Roja tiene mucho que perder. En los últimos 15 años, se han suscrito más de 260 acuerdos comerciales.

Estados Unidos quiere sacar a Rusia del continente para restaurar la “democracia en Venezuela”, Putin trata de mantener sus intereses petroleros pretendiendo ser una potencia global que no es. ¿Éstos dos titanes  llegarán al  acuerdo diplomático?

Maduro viajó a Rusia  para estrechar lazos económicos con Venezuela, quien está aislada y bloqueada por la presión internacional. Dentro de esos acuerdos anunciados se logró los agrícolas y seguridad.

Rusia en los últimos años ha apoyado al gobierno de Maduro con miles de millones de dólares en financiamiento y acuerdos comerciales que se traduce a una gran estrategia para Moscú, frente a Estados Unidos.

Por su parte, Rusia no ha dejado de calificar a la oposición como “peones” de Estados Unidos. Sin embargo, se ha ofrecido como intermediario, sus opiniones suben un poco de tono. El portavoz, Dmitri Peskov, ha insistido en el apoyo a Maduro y ha criticado las sanciones estadounidenses a PDVSA. «Defenderemos nuestros intereses -en Venezuela- en el marco del derecho internacional, usando todos los medios a nuestra disposición», ha enfatizado.

Rusia, es el segundo socio comercial y acreedor más importante de Venezuela, luego de  China. Aunque las cifras no son transparentes en ninguno de los dos países, según extraoficialmente el Gobierno ruso y Rosneft han invertido al menos 17.000 millones de dólares en Venezuela a partir del 2006. Aunque otros cálculos menos conservadores cifran la cantidad –la mayoría en forma de préstamos y rescates— en al menos 20.000 millones de dólares.

Venezuela, tiene una cuenta por pagar lo que se traduce a Rusia  con un mínimo de 6.500 millones de dólares. La mitad es deuda soberana a pagar al Estado ruso; la otra parte, a la petrolera estatal, Rosneft, según datos oficiales. Ahora, si Maduro se retira  del Gobierno, existe una alta probabilidad de que Moscú jamás recupere los millones invertidos.

Ahora el apoyo de EE UU al presidente de la AN, Juan Guaidó ha alejado posibilidad que de exista un acercamiento con Rusia, luego que se proclamara como presidente encargado, las acciones en Rosneft cayeron hasta un 3,4%.

El diputado en Rusia, Mijaíl Emeliyanov insiste que “no fueron acuerdos comerciales, sino un cálculo geopolítico. Por eso no tiene sentido cifrar las pérdidas”, insiste. Ígor Pshenníchnikov, del Instituto Ruso de Estudios Estratégicos, también expresa que por encima de todo, están los intereses estratégicos de Rusia. “Aquí lo principal es que Estados Unidos está suprimiendo el orden jurídico nacional, por eso hemos alzado la voz. Hemos visto lo mismo en Siria, en Irán, en Libia… Y ahora podemos verlo repetirse en América Latina”, dice. “Y si se produce una guerra civil en Venezuela, eso va a afectar a toda la región”.

Las sanciones occidentales por adherir Crimea en el año 2014 han estimulado a Moscú a búsqueda de aliados en otros continentes como África, Asia y América.

Putin, ha visitado Venezuela una sola vez, en el año 2010, cuando ocupaba el puesto de primer ministro, pero Hugo Chávez visitó Rusia cada año,

Por su parte, Venezuela como aliado respalda a Rusia en las votaciones de la Asamblea General de Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales. En 2014, por ejemplo, votó en contra de la resolución de la ONU que condenaba la anexión rusa de Crimea, como recuerda la investigadora Julia Gurganus, del think tank Fondo Carnegie para la Paz Internacional y una de las autoras de El regreso de la Rusia global. Cabe agregar que la alianza ha servido para iniciar sus intereses en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

 

El Oro Negro

Las transacciones han fluido entre ambos países, y estos convenios le han afianzado el acceso de petróleo venezolano, ante el contexto actual de Venezuela. Ahora bien, con las sanciones de Washington a la desarbolada petrolera estatal venezolana PDVSA y a Citgo, la empresa filial refinera que tiene en Estados Unidos, la situación se complica para Rusia. Rosneft mira a Citgo,  por el momento como una «garantía» en aras de recuperar lo que PDVSA le debe, según Ellen R. Wald, investigadora del Centro de Energía Global del Atlantic Council.

La experta, explica que de tomar el control de Citgo podría llevar a Rusia a aumentar su influencia en un fracción algida en EE UU, pero la administración de Trump no desea.

Venezuela tiene problemas para pagar. Hace dos años Rusía decidió reprogramar la deuda hasta 2027. Y en octubre del 2018 envió una delegación de alto nivel para la creación de una estrategia de contingencia económica y parar el colapso. En diciembre, tras la visita de Maduro, Putin anunció nuevas inversiones por más de 5.000 millones de dólares en la industria petrolera, 1.000 en otras industrias y acuerdos para suministrar más de 600.000 toneladas de trigo.

Por otro lado, Venezuela entró al mercado de armas con mayor importancia para Rusia. Entre los años 2005 y 2013, Venezuela firmó con Rusia 30 contratos en Seguridad y defensa por más de 11.000 millones de dólares, según contabiliza la agencia rusa Tass.

Venezuela, se abrirá una de las fábricas de la industria de defensa rusa: la de Kaláshnikov. “La Factoría” está en construcción en el estado Aragua. Hugo Chávez anunció el acuerdo en 2006 en Izhevsk, ciudad cuna del inventor del arma.

Para el año 2017, el gobierno venezolano le entregó a Putin el premio Hugo Chávez a la Paz y la Soberanía de los Pueblos por su papel de «líder mundial de la paz». 

Sin embargo, Donald Trump ha pedido a Putin que retire su pelotón de Venezuela y que deje de apoyar a Nicolás Maduro, pero Rusia ha omito este llamado y mantiene su apoyo.

La petrolera rusa participa en varios proyectos de producción de petróleo en Venezuela, como Petrovictoria, Petromonagas y Petromiranda, en la faja petrolífera del Orinoco, así como Boquerón y Petroperijá, en el estado de Zulia.

Además, Maduro decidió reubicar la PDVSA de Lisboa a Moscú para reforzar la asociación estratégica entre ambos países. Siendo Rusia uno de los mayores aliados de Maduro, pues ya que le surte armamento, tecnología y otros recursos.

Trump&Putin

Un artículo publicado por el diario ABC de España explica que Donald Trump ha cedido un poco su posición sobre presionar a Rusia con respecto a Venezuela, y sugiere que ha dejado de ser una amenaza ante Estados Unidos.

«En las conversaciones directas mantenidas entre la Casa Blanca y el Kremlin, así como en los contactos entre el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, la Administración Trump podría ya haber cedido a alguna exigencia de Moscú respeto a la presión estadounidense en el extranjero próximo de Rusia a cambio de la aceptación de Vladimir Putin de que haya nuevas elecciones presidenciales en Venezuela.

Los analistas internacionales alegan que Rusia apoya a Maduro para aumentar su presencia en América Latina e incomodar a Estados Unidos,  también porque Venezuela le ha otorgado millonarias concesiones en materia financiera.

La petrolera rusa Rosneft  realizó más de 17 000 millones de dólares en préstamos al régimen chavista en la última década. La empresa europea ganó tres millones de toneladas de petróleo en 2017 de sus operaciones en Venezuela. Rusia ha invertido en industrias venezolanas, desde la banca hasta ensamblaje de autobuses. Y, Venezuela ha sido uno de los mayores compradores de armas rusas entre los países latinoamericanos.

El petróleo venezolano no puede comercializarse debido a las sanciones de EE.UU y no puede cumplir con los compromisos que tiene con los países.

La pregunta sería ¿qué une a Rusia con el régimen venezolano? más allá de las afinidades ideológicas y políticas, será las alianzas comerciales en la venta de petróleo, que representa más de 90% los ingresos del vecino país.

Solo basta con mencionar la inversión de US$9.000 millones que ha hecho la firma estatal rusa Rosneft en proyectos en Venezuela desde 2010, según Reuters. De hecho, tiene 40% de un consorcio ruso-venezolano que creció con la petrolera venezolana para extraer petróleo en la Faja del Orinoco.

Además,  lleva a cabo en Venezuela cinco proyectos en cooperación con la estatal PDVSA en el marco de los cuales durante 2018 se extrajo un total de 8,63 millones de toneladas de crudo, 7 % más que en 2017, informó la compañía en su informe anual.

Rusia, es propietaria del 49% de Citgo, si Pdvsa no logra devolverle a Moscú el dinero prestado, lo que explicaría por qué ese país se interesa tanto en la batalla por el control de la refinería estadounidense.

Según Bloomberg, los ingresos de la petrolera venezolana pasaron de US$123.942 millones en 2011 a US$41.977 millones en 2016, año hasta el cual se hicieron públicos los reportes de la firma.

Aunque el primer país de destino de las exportaciones venezolanas diferentes al petróleo y al oro sigue siendo EE.UU. (cuyas ventas en el primer trimestre de 2018 llegaron a US$178 millones), China, que ocupa el segundo lugar en este ranking (con US$80 millones en ventas), tiene un papel clave en Venezuela.

Rusia, adecúa los convenios bilaterales de acuerdo al nuevo panorama financiero internacional.La estatal rusa Rosneft modificó un acuerdo de cooperación, hecho con autoridades venezolanas en 2009, con un párrafo según el cual estas últimas crearán «condiciones favorables y no discriminatorias y prestarán asistencia a Rosneft Oil Company y al Grupo Rosneft, S.A.» en dos yacimientos gasíferos.

En 2017, el gobierno de Venezuela otorgó una licencia a Rosneft para trabajar en las zonas de Patao y Mejillones, los cuales tienen una reserva de gas que se estima en 180 mil millones de metros cúbicos con la finalidad de alcanzar una producción de 6.5 mil millones de metros cúbicos de gas por año en un periodo de 15 años.

La modificación del texto sobre la explotación de gas, firmada el 10 de julio y publicado por el portal de la Federación Rusa, permite, que la subsidiaria de Rosneft, sus proveedores y contratistas, queden exentos del pago de IVA  e impuestos de importación y aranceles aduaneros sobre los bienes y servicios adquiridos para la ejecución de proyectos.

Por su parte, los Estados Unidos tiene meses adoptando medidas de embargo al sector petrolero de Venezuela, una estrategia que progresivamente avanza en los tratos comerciales y energéticos con el bloque euroasiático.

Según Reuters, Rosneft afirma que la actual agitación política en Venezuela es «solo temporal», señalando además que el país redujo su deuda con dicha empresa. Rosneft afirmó también que esperaba que su propia producción total de petróleo en Venezuela aumente este año 2019.

Por su parte, PDVSA está cancelando las deudas a Rosneft a través de los suministros de petróleo. Reuters, indica que en el sitio web, Rosneft apuntó que el monto principal de la deuda de PDVSA con Rosneft era de 2 mil 300 millones de dólares, una baja importante si se compara con los 3 mil 100 millones de deuda que la estatal petrolera tenía con la compañía rusa apenas tres meses atrás.

Rusia, no espera que la producción del petróleo disminuya en Venezuela este año, dijo a Reuters en un contacto telefónico el vicepresidente de Rosneft, Eric Liron  afirmo que la empresa mira la situación de Venezuela como temporal 

A pesar de la exclusión de Venezuela en los mercados de crudo estadounidense, ha causado que el efecto de que el Estado venezolano profundice relaciones con sus aliados, y sobre este punto se amplía el radio de maniobra de Rosneft en Venezuela, un ejemplo de ello es reciente encuentro de la Vicepresidenta Delcy Rodríguez con el canciller ruso, Serguéi Lavrov para ratificar las relaciones de amistad y cooperación internacional.

Cabe ahora preguntarse: ¿logrará Maduro repetir lo que hizo Fidel Castro hace unas décadas, es decir, Rusia se eche a cuestas a Venezuela?

El saldo de la gerencia revolucionaria es: PDVSA destruida, la producción petrolera cayendo con la mayor la inflación del mundo, el agro devastado, el aparato productivo en quiebra, el bolívar destroza

do, sin medicamentos y una crisis humanitaria, aislados del mundo, sancionados por EEUU y sin acceso al financiamiento.

ALD

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