En una operación que resalta la magnitud del narcotráfico global, Rusia anunció hoy, viernes 6 de diciembre, la incautación de más de media tonelada de cocaína proveniente del Cartel de Cali, un histórico actor del narcotráfico colombiano. Este cargamento, con destino final en la Unión Europea, fue interceptado gracias a una acción conjunta de las aduanas rusas y el Servicio Federal de Seguridad (FSB).
El cargamento, que ascendía a 570 kilogramos y tenía un valor estimado de 5.500 millones de rublos (aproximadamente 54,8 millones de dólares), había sido enviado desde Perú, según los informes oficiales. Dos individuos, presuntamente miembros de una red internacional de tráfico de drogas, fueron detenidos durante el operativo.
En un comunicado, el FSB señaló que los narcotraficantes intentaron eludir las rutas tradicionales de tráfico hacia Europa utilizando infraestructuras de transporte rusas. La operación incluyó la difusión de un video donde se mostraban los paquetes de cocaína apilados en un almacén y a uno de los detenidos bajo custodia, con el rostro cubierto y las manos atadas.
Esta es la quinta incautación significativa de cocaína en Rusia en 2024, en el marco de un esfuerzo intensificado contra el tráfico de drogas provenientes de América Latina. Solo en los primeros nueve meses del año, las autoridades rusas han confiscado cerca de tres toneladas de cocaína, subrayando el incremento en la colaboración entre redes criminales latinoamericanas y rusas.
El Cartel de Cali, conocido por controlar hasta el 80% del tráfico de cocaína hacia Estados Unidos en su apogeo en la década de 1990, ha diversificado sus rutas y estrategias, evidenciando la evolución de las organizaciones criminales frente al endurecimiento de controles en América y Europa.
Expertos como Bruce Michael advierten sobre las consecuencias de estas alianzas criminales, que no solo facilitan el tráfico de drogas, sino también el lavado de dinero y el acceso a armas ilegales, con implicaciones serias para la estabilidad política y económica en América Latina.
Rusia mantiene una política de tolerancia cero hacia las drogas, imponiendo penas severas incluso por pequeñas cantidades de narcóticos. Este reciente decomiso subraya su compromiso con el combate al crimen organizado transnacional y refuerza el llamado a una mayor cooperación internacional para enfrentar el tráfico de drogas.
