Disminuye el crimen pero los delincuentes se adaptan a la pandemia

crimen organizado en El Salvador

Países alrededor del mundo han reportados tasas de criminalidad reducidas, sin embargo los delincuentes se adaptan a la pandemia.

Antilavadodedinero / voanoticias.com

El Salvador, uno de los puntos calientes del mundo en cuanto a homicidios se refiere, reportó algo inusual a inicios de la pandemia del coronavirus: cuatro días sin asesinatos.

Los vecinos, Guatemala y Honduras, también han visto reducirse los números de homicidios. Para naciones que han encabezado el mundo con sus tasas de asesinatos per cápita, la noticia ha sido positiva.

Las principales ciudades en Estados Unidos también han reportado disminuciones en los robos a domicilios, asesinatos, robos en mayor cuantía, todo debido a las órdenes de quedarse en casa y a menos oportunidades para el crimen.

Países alrededor del mundo han reportados tasas de criminalidad reducidas, un aparente acompañante de la pandemia que está alterando al mundo.

A simple vista, los confinamientos y cuarentenas han suprimido el crimen y han ralentizado el avance del coronavirus. Pero oficiales del cumplimiento de la Ley y analistas dicen que una segunda mirada revela un escenario más complicado y perturbador. El “cybercrimen” está explotando, con un aumento en los reportes de lo que se conoce como “secuestro de información”.

Los crímenes que generan titulares se han reducido, y las estadísticas pueden haber mejorado, pero los analistas dicen que mientras la pandemia reordena las economías y la geopolítica, está haciendo lo mismo en el mundo del crimen por lo que los delincuentes se adaptan a la pandemia.

Pandillas, mafias y pequeños negocios

Las organizaciones de crimen organizado han estado aprovechando de oportunidades frescas presentadas por la pandemia, como actuar camufladamente como proveedores de los gobiernos, hasta servir como un socio del gobierno en el mantenimiento del orden, advierte un reciente reporte de la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional, una red de expertos mundiales y regionales, con sede en Ginebra, Suiza.

En El Salvador, las pandillas callejeras detrás de la mayoría de los asesinatos que han plagado el país, han estado haciendo cumplir el confinamiento ordenado por el gobierno, el cual ha sido prorrogado hasta el próximo mes. Portando bates de béisbol y haciendo amenazas sangrientas, las pandillas han estado manteniendo en línea a los barrios. El altruismo no es parte del asunto, dicen observadores locales. El hacer cumplir el confinamiento fortalece su autoridad y es una manera en la que los delincuentes se adaptan a la pandemia.

En Italia, grupos mafiosos se han aprovechado de la creciente pobreza y desesperación económica en el sur para presentarse como una alternativa al gobierno.

Giuseppe Provenzano es el ministro encargado del Mezzogiorno, la  subdesarrollada sureña parte de Italia que desde hace décadas se ha quedado detrás de la rica zona norte. El mes pasado, Provenzano advirtió del peligro de que los mafiosos suplanten al estado ofreciendo plata en efectivo o “préstamos” a negocios en problemas que están desesperados por dinero para mantenerse a flote. Eso les permite a los grupos criminales más posibilidades de comprar una mayor parte de la economía legítima.

El periodista investigativo, Roberto Saviano, autor de Gomorra, un libro bestseller sobre la mafia Camorra, de Nápoles, le dijo al periódico La Repubblica: “La pandemia es el lugar ideal para las mafias, y la razón es simple, si tienes hambre, buscarás pan; no importa en qué horno fue preparado y quién lo está distribuyendo”.

El reclutamiento es más fácil, también para los mafiosos, que tradicionalmente han explotado la pobreza y la desesperación de la gente y se han presentado como sus verdaderos guardianes.

Con enormes cifras en subsidios gubernamentales, donaciones y contrataciones del sector público organizadas a la carrera, los grupos de la mafia están siempre listos para defraudar al Estado y enriquecerse. Enredados en los negocios y la banca, así como en la política, los grupos mafiosos como la Camorra se han alimentado del sector público, dirigiendo contratos fraudulentos hacia ellos, especialmente en construcción, para hacerse de enormes ganancias.

La salud pública también ha sido un objetivo. La semana pasada, la policía italiana arrestó al coordinador de la lucha contra el coronavirus en Sicilia, y a otros nueve funcionarios de la salud bajo cargos de recibir coimas para dirigir equipo médico y contratos de servicios a compañías vinculadas a la mafia.

Valorados en cerca de 660 millones de dólares, los contratos vienen desde el 2016. La policía financiera de Sicilia no tiene ninguna duda mientras profundizan, de que encontraron contratos más recientes ligados a la pandemia del coronavirus.

Según documentos judiciales, la mafia estaba robándose un 5 por ciento de los contratos. Gianluca Angelini, de la policía financiera, le dijo a los periodistas que descubrieron “un verdadero centro de poder en donde los delincuentes se adaptan a la pandemia y en el que funcionarios públicos deshonestos, empresarios inescrupulosos y hombres de negocios están dispuestos a hacer cualquier cosa para obtener los contrados que valen millones”.

Narcotráfico

Para los grupos transnaciones de narcóticos sentados sobre enormes reservas de efectivo y bodegas llenas de drogas, como los careles mexicanos y colombianos, la pandemia ha alterado su negocio al socavar sus redes de contrabando y distribución. Pero se han logrado adaptar, según los analistas.

“Las rutas de tráfico cerradas han sido remplazadas con nuevas, y los negocios en las calles han sido remplazados por entregas a domicilio”, según un reporte del Proyecto para el Reporte del Crimen Organizado y la Corrupción, una red de medios y periodistas independientes.

El grupo encontró en una reciente investigación que los precios de las drogas en las calles habían aumentado en un 30 por ciento.

“En Colombia, el productor de cocaína más grande del mundo, el confinamiento y los esfuerzos del gobierno para la erradicación han disminuido la producción, mientras las restricciones de viajes han cerrado importantes rutas de exportación, como el uso de lanchas rápidas”, indicó el texto.

Pero el Proyecto, afirma que “en mercados destinos en Europa y Estados Unidos, las autoridades siguen confiscando enormes cargamentos con gran frecuencia, una señal de que los narcos siguen teniendo un buen negocio”.

Para otros grupos criminales, la pandemia les ha dado nuevas opciones de estafas, desde negociar con medicamentos adulterados y potencialmente peligrosos, hasta estafara gobiernos y consumidores con productos falsificados o defectuosos para la protección médica, como mascarillas.

Una organización criminal estafó a las autoridades regionales alemanas de Rhine-Westfalia por 2.6 millones de dólares en equipos de protección médica, que ni siquiera existían. Los pagos fueron suspendidos justo a tiempo por oficiales del cumplimiento de la Ley que estaban muy alertas.

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