La SEC ha iniciado una investigación informal sobre las entidades «cheque en blanco», más conocidas como SPAC, que recaudan capital saliendo a bolsa con el compromiso de realizar una jugosa compra empresarial.
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Esta moda, que comenzó a coger fuerza el año pasado y actualmente genera una verdadera euforia en Wall Street, ha despertado el interés de los reguladores debido a los potenciales riesgos que implican este tipo de inversiones. En España, la Comisión Nacional de Mercados de Valores (CNMV) está dispuesta a que esta modalidad arranque en algún momento en nuestro país.
Según adelantó el jueves Reuters, citando múltiples fuentes, la agencia que vela por los inversores a este lado del Atlántico ha solicitado detalles a los principales bancos que orquestan estos estrenos bursátiles sobre cómo gestionan los riesgos que implican las sociedades de adquisición de propósito especial, como se conocen formalmente a estas entidades.
El regulador busca información sobre las comisiones, los volúmenes y el protocolo interno utilizado para controlar estas operaciones así como otros detalles relacionados con el cumplimiento. Sus preocupaciones parecen centrarse en la diligencia y en la mayor posibilidad de uso de información privilegiada cuando una SPAC sale a cotizar y anuncia un objetivo de adquisición.
Doug Davison, socio del bufete de abogados Linklaters en Washington DC y antiguo alto funcionario de la SEC reconoce que «dada la explosión de la popularidad de las SPAC, no es de extrañar que los reguladores se estén haciendo preguntas» «Este es solo el comienzo de lo que espero que sea un mayor escrutinio de la negociación y de la información a los inversores derivada del aumento de este tipo de entidades», añade.
A comienzos de este mes, la SEC advirtió a los inversores sobre los riesgos que entrañan las SPAC respaldadas por famosos y dijo que «nunca es una buena idea» invertir en una simplemente porque alguien conocido esté asociado a ella. La Comisión señaló dos diferencias clave que los inversores deben tener en cuenta entre las SPAC y las salidas a bolsa convencionales.
En primer lugar, los patrocinadores de la SPAC acaban adquiriendo participaciones en la empresa en «condiciones más favorables» que los inversores de una OPV típica. En segundo lugar, los patrocinadores pueden tener conflictos de intereses cuando se trata del éxito de la SPAC, lo que significa que los primeros inversores podrían tener intereses económicos diferentes a los de los accionistas comunes.
En general, las SPAC son empresas ficticias conocidas por ser creadas con el único propósito de recaudar dinero a través de una Operación Pública de Venta (OPV) para, en última instancia, adquirir otra empresa.
En lo que va de 2021 se han recaudado más de 96.000 millones de dólares en los desembarcos en bolsa de 296 SPACs en EEUU,