La seguridad y eficiencia económica son factores esenciales para toda nación en busca de desarrollo y crecimiento económico sostenible.
Panamá, se ha convertido en el escenario de una polémica que ha suscitado movimientos sociales que manifiestan su descontento con respecto a las reformas, pronunciándose mayores inquietudes a las capacidades que se le otorga a la Asamblea Nacional, como lo sería la exclusión de la exigencia de una declaración jurada de bienes patrimoniales de diputados, alcaldes o representantes. Entre otras referentes a la administración de justicia, que han sido significativamente cuestionadas.
La perspectiva económica de Panamá ha sido reducida a un 4.5%. Una cifra que se ubica por debajo de los resultados previamente esperados, frente a un panorama donde el desenvolvimiento de los mercados locales e internacionales se ve reducido.
El rendimiento se define a partir de la seguridad y la eficiencia económica de una determinada nación. Estas últimas que se conceptualizan a partir de los derechos civiles, políticos y sociales que se le otorgan a la sociedad civil.
En cuanto a la eficiencia, la desigualdad y los actos negativos en el abuso del poder político y el recurso estatal no permiten que se haga un uso óptimo de los recursos.
La aceptación de la difícil situación económica se refleja en las campañas al cumplimiento de la obligación tributaria. Estas que conllevan a la implementación de leyes a la Amnistía Tributaria que perdona multas, recargos e interés, con el objeto último de motivar el pago de los impuestos e incrementar el ingreso gubernamental.
Prensa Panamá