Major League Baseball cerró formalmente su investigación sobre las acusaciones de apuestas que rodean a Ippei Mizuhara, el intérprete y confidente cercano de Shohei Ohtani desde hace mucho tiempo, después de que Mizuhara se declarara culpable de cargos de fraude bancario y fiscal el martes.
Mizuhara, quien trabajó para Ohtani durante toda la carrera de la superestrella en los Angelinos y durante su primer entrenamiento primaveral con los Dodgers, reconoció haberle robado casi US$17 millones a Ohtani durante una audiencia de cambio de declaración en un tribunal federal en Santa Ana, California. Mizahura enfrenta una pena máxima total de 33 años, y su sentencia está programada para el 25 de octubre.
“Trabajé para la víctima A y tuve acceso a su cuenta bancaria y había contraído importantes deudas de juego”, dijo Mizuhara en el tribunal, según un informe de Associated Press. “Seguí adelante y transfirí dinero… con su cuenta bancaria”.
MLB emitió el siguiente declaración luego de la declaración de culpabilidad de Mizuhara:
“Con base en la minuciosidad de la investigación federal que se hizo pública, la información recopilada por MLB y el proceso penal resuelto sin ser impugnado, MLB considera a Shohei Ohtani una víctima de fraude y este asunto ha sido cerrado”.
Los Dodgers, que firmaron a Ohtani a un contrato récord de 10 años y US$700 millones como agente libre durante el invierno, también emitieron un comunicado:
“Con la declaración de hoy en el proceso penal contra Ippei Mizuhara y la conclusión de las investigaciones federales y de MLB, los Dodgers están contentos de que Shohei y el equipo puedan dejar atrás todo este asunto y seguir adelante en la búsqueda de un título de Serie Mundial”.
En marzo, después de que los abogados de Ohtani acusaran a Mizuhara de un “robo masivo” a la superestrella para pagar apuestas con una casa de apuestas supuestamente ilegal que está bajo investigación federal, los Dodgers despidieron a Mizuhara y el Departamento de Investigaciones de MLB inició su investigación sobre el asunto.
Cuando las autoridades federales presentaron una declaración jurada en abril acusando a Mizuhara de fraude bancario, no había evidencia de que Ohtani tuviera conocimiento de las actividades de juego de Mizuhara ni del uso de su cuenta bancaria para pagar las deudas. Los investigadores habían revisado años de mensajes de texto entre Ohtani y Mizuhara y no encontraron ninguna conversación sobre juegos al azar.