Los delincuentes se aprovechan de Internet para realizar fraudes financieros a personas y empresas. Son las estafas cibernéticas. La red es un atajo muy sencillo para acceder a cuentas bancarias, contraseñas y todo tipo de información privada.
Antilavadodedinero / Cajasol
En los últimos años el fraude financiero se ha incrementado debido al proceso de transformación digital en el que se han embarcado las empresas y también los usuarios de sus servicios y productos.
Cuando nos movamos por Internet debemos estar atentos y actuar con cuidado en todo momento: en las redes sociales, en nuestro correo electrónico, en las páginas web que visitamos y sobre todo en las compras on-line.
Fraudes cibernéticos
Correo basura o spam: La información de este correo invita a visitar una página o descargar algún archivo que, por lo general, es un virus que roba la información del dispositivo.
Smishing: Mensajes SMS al móvil, con la finalidad de que se visite una web fraudulenta, y así obtener información bancaria de la persona, y realizar transacciones a su nombre.
Phishing: Los delincuentes se hacen pasar por una institución financiera que le envía al usuario un mensaje indicando un error en la cuenta bancaria y le solicitan que introduzca sus datos, así obtienen la información confidencial como números de tarjetas, claves y contraseñas. Una entidad financiera jamás le pedirá estos datos.
Pharming: Consiste en redirigir a una página de Internet falsa mediante ventanas emergentes para robar la información del usuario. Estos sitios suelen mostrar leyendas como: Error en el sistema. Para solucionarlo, da clic aquí. No se le ocurra pinchar en ese espacio, cierre la pantalla de Internet.
