Las negociaciones entre funcionarios rusos y ucranianos en un tercer país el 28 de febrero no dieron resultados, dijeron los funcionarios luego de concluir.
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El presidente ruso Vladimir Putin y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky enviaron a altos funcionarios como intermediarios mientras las fuerzas rusas y ucranianas continuaban luchando en Ucrania, incluso cerca de las principales ciudades como Kiev. Las conversaciones se llevaron a cabo en Bielorrusia, lo que ha permitido el paso de las fuerzas rusas durante la guerra.
Luego que se interrumpieron las conversaciones, uno de los principales asesores de Zelensky, Mykhailo Podolyak, dijo a los periodistas que el objetivo principal era discutir un alto el fuego.
“Las partes han determinado varios temas prioritarios sobre los cuales se han previsto ciertas decisiones”, dijo Podolyak. “Las partes están regresando a sus capitales para tener la posibilidad de implementar estas decisiones. Las partes han discutido la posibilidad de realizar a la mayor brevedad una segunda ronda de negociaciones donde estos temas lleguen a desarrollarse en la práctica”.
Podolyak más tarde recurrió a Twitter y escribió: “Las negociaciones son difíciles. Sin embargo, sin ningún ultimátum obligatorio. Desafortunadamente, la parte rusa todavía está extremadamente sesgada con respecto a los procesos destructivos que lanzó”.
Vladimir Medinsky, quien encabezó la delegación rusa, dijo que las conversaciones de cinco horas incluyeron la búsqueda de puntos de acuerdo sobre varios puntos de la agenda no especificados e incluyeron un acuerdo para continuar las negociaciones.
“La próxima reunión tendrá lugar en los próximos días en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Ya hay un acuerdo relevante. Antes de la reunión, ambas delegaciones, los líderes de ambas delegaciones consultarán con los líderes de sus países sobre sus posiciones de negociación”, dijo Medinsky.
Las tropas rusas, por orden de Putin, ingresaron a Ucrania el 24 de febrero y se han movido hacia Kiev en los días intermedios.
Se han producido enfrentamientos en torno a Kiev, Járkov y otras ciudades importantes.
Mientras se desarrollaban las negociaciones, otros funcionarios se presentaron en las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Sergiy Kyslytsya, el embajador de Ucrania ante la ONU, dijo a los representantes reunidos que la Asamblea General de la ONU “debería hacerse oír exigiendo a la Federación Rusa que detenga su ofensiva contra Ucrania” y reconocer las acciones de Rusia “debería expresarse exigiendo a la Federación Rusa detener su ofensiva contra Ucrania como un acto de agresión contra un estado soberano e independiente”.
La asamblea debe exigir a Rusia que retire de forma inmediata e incondicional sus tropas de Ucrania y revoque el reconocimiento de partes del este de Ucrania como independientes, dijo, además de reconocer “el papel traicionero de Bielorrusia” en el conflicto.
Vassily Nebenzia, embajador de Rusia ante la ONU, dijo más tarde que la crisis fue precipitada por las acciones de Ucrania, incluido el incumplimiento de las obligaciones en virtud del acuerdo de Minsk alcanzado en 2014.
“Nuestros colegas occidentales han inundado descaradamente el país con armas, han enviado instructores al país e incitado efectivamente a los ucranianos, que se enfrentan a un contingente militar de 120,000 efectivos, para incitarlos a participar en una provocación armada contra el Donbas”, dijo, refiriéndose a uno de las regiones, y agregó que el ejército de Rusia “no representa una amenaza para los civiles de Ucrania, no está bombardeando áreas civiles y áreas y ciudades donde las fuerzas armadas rusas han tomado el control, y en estas áreas los ciudadanos viven sus vidas normalmente”.