Suiza se esfuerza por atraer a la población millonaria móvil

El habitante más rico de Suiza, Gérard Wertheimer, es un empresario francés residente en Ginebra. Y se prevé que antes de que concluya el 2024 varios centenares de personas multimillonarias extranjeras sigan el ejemplo del copropietario de la marca de lujo Chanel.

Las turbulencias geopolíticas y los cambios de régimen en algunos países están impulsando un éxodo de población millonaria que abandona su país de origen para establecerse en lugares del mundo que consideran más propicios, según Henley & Partners, empresa especializada en reubicaciones que anticipa una llegada de alrededor de 1.500 millonarios a Suiza.

Según el informe Henley Private Wealth Report 2024, este repunte en la migración de la riqueza implicará que 128.000 personas millonarias cambien de residencia. Algunas abandonarán sus regiones de origen por conflictos que están en curso o por la existencia de regímenes opresivos. Habrá otras que se verán obligadas a marcharse por sanciones, y algunas más, se mudarán simplemente porque buscan una carga fiscal menos onerosa.

«Quien ha acumulado un patrimonio desea conservarlo para su familia. Así que la seguridad es un factor decisivo», expresó el financiero suizo Eric Sarasin al diario NZZ am Sonntag. «Por ello, mientras las tensiones políticas aumentan en casi todas partes, Suiza me parece un oasis de estabilidad».

Un éxodo histórico de riqueza

Según Henley & Partners, nunca había existido un número tan grande de personas millonarias que en un solo año se mudaran hacia lugares que consideran mejores.

Suiza, como la principal plaza financiera del mundo en la gestión de fortunas extranjeras, se ha publicitado a sí misma por años como el hogar de los más ricos del planeta. El país alpino ofrece a la población más acaudalada un gobierno estable, un paisaje idílico, la posibilidad de una vida incógnita y también generosas exenciones fiscales.

Esto explica que durante décadas, estrellas del rock, deportistas, personas empresarias exitosas y población extranjera adinerada hayan sido recibidos con los brazos abiertos por diversos cantones suizos, que compiten entre sí por atraerlos.

Hace dos años, varias docenas de personas noruegas ricas se fueron a Suiza para escapar a los cambios que experimentó el régimen fiscal de su país. Y ahora todo anticipa que también habrá un creciente número de personas de Gran Bretaña que se exiliarán tras la decisión de su gobierno de cambiar la situación fiscal de los inmigrantes con grandes fortunas. Los Países Bajos y Francia también estudian formas de recaudar más impuestos de sus residentes con mayor riqueza.

De hecho, el banco UBS prevé un descenso del 17% en el número de fortunas que estarán basadas en Gran Bretaña de aquí al 2028.

«Cada semana recibimos más solicitudes (de personas británicas adineradas) y son muchas más que el año pasado», declaró en septiembre al Financial Times Stefan Piller, responsable de asuntos fiscales y jurídicos de la oficina de Zúrich de la empresa de asesoría fiscal BDO.

Los opositores de la riqueza

Pero Suiza se enfrenta a la férrea competencia de otros países para atraer a la población acaudalada (ver gráfico). Los Emiratos Árabes Unidos han demostrado ser un eficaz imán de personas rusas e indias con riqueza. Por su parte, Singapur y Australia atraen también a población millonaria asiática a un ritmo acelerado.

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En Europa, países como Portugal e Italia han adaptado sus sistemas fiscales para atraer a residentes más acomodados.

Suiza sigue siendo un país atractivo para los ricos, pero ya no es tan generosa como antes. La crisis financiera del 2007 y 2008 llevó a las autoridades gubernamentales a endurecer las normas que regulan las grandes exenciones fiscales especiales que ofrecían los cantones. Algunos de ellos, como Zúrich, votaron a favor de prohibir por completo esta práctica.

Y en todos los casos, los regímenes fiscales especiales prohíben actualmente a sus beneficiarios obtener ingresos de sus operaciones en el extranjero, lo que implica que la comunidad empresarial haya quedado excluida de la posibilidad de gozar de exenciones de impuestos.

Pero para algunas personas, Suiza sigue siendo demasiado generosa con las grandes fortunas. A principios de este año, la Juventud Socialista, rama juvenil del Partido Socialista del país, lanzó una iniciativa popular que proponía cobrar un impuesto del 50% sobre las herencias de las personas contribuyentes más ricas para que estos fondos se destinen a financiar medidas de protección climática.

Quienes se oponen a esta iniciativa se quejan de que este gravamen destruiría el atractivo de Suiza para las fortunas extranjeras.

EFE

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