Los talibán han denunciado este miércoles que las sanciones impuestas contra Afganistán tras su toma del poder en agosto «son un castigo» para la población del país asiático, en medio del ahondamiento de la crisis humanitaria, que ha hecho saltar las alarmas internacionales ante la llegada del invierno.
Antilavado de Dinero / Europa Press.
«Seguir manteniendo las sanciones contra Afganistán no es proteger los Derechos Humanos, sino castigar a la gente», ha dicho Suhail Shahin, portavoz de la oficina política de los talibán en Qatar y la persona designada como representante del país ante Naciones Unidas, si bien por ahora no ha sido reconocido.
Así, Shahin ha destacado en un mensaje en su cuenta en la red social Twitter que «llama la atención sobre esto a todos, incluidos los defensores de los Derechos Humanos». Los talibán han reclamado en varias ocasiones a Estados Unidos que retire sanciones y descongele fondos del Banco Central para hacer frente a la crisis.
En este sentido, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, destacó el lunes que el país atraviesa una crisis humanitaria «urgente» y aseguró que seguirá entregando ayuda al país, al tiempo que agregó que Washington trabaja con organismos de la ONU para buscar «vías creativas» para dar ayuda humanitaria y «liquidez» a la economía afgana.
De acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), 22,8 millones de personas en Afganistán, de una población de aproximadamente de entre 39 y 40 millones, se enfrenta al hambre y a la inseguridad alimentaria, mientras que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) estima que al menos un millón de niños sufre desnutrición aguda.