Tecnología y estándares de calidad impide a América Latina competir en el mundo

América Latina enfrenta desafíos estructurales en la gestión de sus sistemas complejos, aquellos que integran múltiples actores, grandes volúmenes de información y procesos críticos interconectados.

Áreas como la salud, la administración pública, la tecnología y la infraestructura presentan dificultades recurrentes derivadas de la falta de estandarización y control de calidad, lo que genera ineficiencia, pérdidas económicas y obstáculos para la modernización de la región.

A nivel global, los países más avanzados han encontrado en la implementación de estándares internacionales una solución efectiva para garantizar la interoperabilidad, la transparencia y la eficiencia en la gestión de sistemas clave.

Mientras que en América Latina las decisiones suelen tomarse sin datos confiables y los procesos carecen de regulaciones unificadas, en otras partes del mundo los estándares han permitido reducir costos, mejorar la competitividad y optimizar la administración de los recursos públicos.

La falta de estándares en salud: un sistema fragmentado que pone en riesgo vidas

El sistema de salud en América Latina está altamente descentralizado, con hospitales nacionales, provinciales y municipales que operan con registros médicos distintos, sistemas informáticos incompatibles y procedimientos que varían según el país y la jurisdicción.

Como resultado, un paciente puede recibir diagnósticos inconsistentes o perder información clave sobre su historial clínico, lo que impacta directamente en su calidad de atención.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que alrededor del 30 por ciento de la población latinoamericana sufre de algún tipo de desorden mental, y la tuberculosis aún es una preocupación significativa, ya que la región da cuenta de aproximadamente un tercio de los casos mundiales de esta enfermedad.

La implementación de normas como la ISO 9001, que establece procesos claros para mejorar la administración hospitalaria, optimizando recursos y reduciendo el margen de error en la gestión clínica, y la ISO 13485, que asegura que los dispositivos y tecnologías médicas cumplan con estándares rigurosos, evitaría fallas que puedan comprometer la seguridad del paciente.

La adopción de estas normas permitiría que los países latinoamericanos tengan sistemas de salud más eficientes y seguros, con procesos estandarizados y trazabilidad en cada procedimiento.

Mientras que países como España o Alemania han optimizado su sistema de salud con auditorías basadas en estas normas, en América Latina aún hay una gran disparidad.

Por ejemplo, en Brasil, más del 80 por ciento de los hospitales públicos no cuentan con un sistema unificado de historias clínicas digitales, lo que dificulta el seguimiento de los pacientes en distintas regiones.

En México, la falta de integración en los registros hospitalarios genera demoras en la atención y un desperdicio significativo de recursos. Según la OPS, más del 50 por ciento de los países de la región carecen de estándares obligatorios para la interoperabilidad de los sistemas médicos.

Unificar los registros médicos y aplicar controles de calidad bajo normas ISO no solo reduciría el desperdicio de recursos, sino que mejoraría significativamente la atención al paciente y permitiría el desarrollo de políticas sanitarias basadas en información precisa.

Sistemas estadísticos y datos públicos: cuando las decisiones se toman sin información confiable

Las políticas públicas dependen de datos precisos y actualizados. Sin embargo, en América Latina, los sistemas estadísticos han sido históricamente débiles, con problemas de manipulación política, falta de integración y metodologías inconsistentes entre países, lo que ha debilitado la credibilidad de los informes oficiales.

Desde 2016, varios institutos nacionales de estadística han avanzado en la adopción de metodologías recomendadas por organismos como la OCDE y el FMI, pero aún persisten problemas en la calidad y la integración de los datos.

Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la mayoría de los países de América Latina carecen de un sistema estadístico nacional basado en registros administrativos confiables, lo que provoca que diferentes organismos públicos manejen cifras contradictorias en temas como empleo, pobreza y crecimiento económico.

Un caso concreto es el del empleo informal, donde los datos pueden diferir por millones de personas dependiendo del país y la fuente utilizada. Países como Chile han abordado estos problemas mediante la implementación del Sistema de Gestión de Calidad ISO 9001 en los procesos de recolección y análisis de datos públicos, garantizando que las mediciones sean estandarizadas y transparentes.

La falta de estándares en la producción estadística en América Latina no solo afecta la precisión de las políticas gubernamentales, sino que también dificulta la inversión extranjera, ya que las empresas no cuentan con información confiable sobre la estabilidad económica y laboral de cada país.

Tecnología y estándares de calidad: la brecha que impide a América Latina competir en el mundo

El sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en América Latina ha experimentado un crecimiento notable, pero enfrenta una barrera crítica: la falta de certificaciones internacionales que permitan a las empresas competir en mercados globales.

Las normas ISO 27001 y ISO 20000 son requisitos cada vez más exigidos en contrataciones internacionales. Mientras que en Europa y Estados Unidos más del 80 por ciento de las empresas del sector TIC cuentan con certificaciones de calidad y seguridad, en América Latina esta cifra es inferior al 30 por ciento, según el Boletín Estadístico Tecnológico del BID.

Esta brecha hace que muchas empresas tecnológicas latinoamericanas no puedan exportar sus servicios ni acceder a licitaciones internacionales, perdiendo oportunidades de crecimiento y posicionamiento global. En Argentina y México, la falta de certificaciones en seguridad de la información ha sido un factor clave en la vulnerabilidad de sistemas públicos y privados ante ciberataques.

La falta de estándares nos cuesta millones en corrupción e ineficiencia

No adoptar estándares internacionales no solo deja a la región fuera del mercado global, sino que cuesta miles de millones de dólares anualmente en ineficiencia y corrupción.

En el sector público, la ausencia de certificaciones de calidad y transparencia como la ISO 37001 facilita que los procesos de contratación estatal sean opacos y susceptibles a corrupción. Según un estudio de Transparencia Internacional.

Por Fernando Arrieta, especial para NOVA

agencianova

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