Turcos descubren en el bitcoin refugio contra la inflación

Las criptomonedas han conquistado a los turcos: no solo los inversores ven en ellas un valor refugio, también muchos empleados y trabajadores con sueldos precarios recurren a ellas para salvaguardar sus ahorros o seducidos por el sueño de un sobresueldo.

Antilavadodedinero / elpais

“Empecé a invertir porque un amigo me lo aconsejó”, cuenta un trabajador de un centro de lavado de coches en Ankara, que se identifica como Batuhan. “Invertí 150 dólares y primero gané un poco, pero perdí bastante con la última caída del bitcoin. Ahora tengo unos 60 dólares, va fluctuando entre 55 y 70-80, según el día. No sabemos qué va a pasar, pero voy a continuar de momento”.

Según diferentes estimaciones, entre un 7 y 16% de los turcos invierten y usan criptomonedas, como bitcoin o ethereum, lo que pone el país eurasiático en la cuarta posición a nivel mundial, según publicaciones especializadas.

El volumen diario de operaciones puede alcanzar los 1.600 millones de dólares, en Telegram abundan los gurús de criptomonedas que dan consejos a millones de usuarios, y en las grandes ciudades turcas es cada vez más habitual encontrar cafés y otros ecomercios donde se puede pagar con criptomonedas.

Selcuk, un profesor de Estambul, asegura que invierte sus ahorros en bitcoines, su particular “oro digital”, para que no pierdan valor ante el desplome de la lira que, tras caer un 36% frente al euro el año pasado, se ha devaluado otro 12% más en 2021.

Pero el juego tienes sus riesgos. En abril, una de las bolsas de intercambio digital más grandes de Turquía, Thodex, que tenía certificación por un organismo regulador estadounidense y movía 700 millones de dólares diarios, cerró sin previo aviso, dejando a sus usuarios sin acceso a los ahorros invertidos. Más de 400.000 clientes se encuentran en una batalla legal para recuperar sus ahorros, que suman 108 millones de dólares.

El Gobierno trabaja en un nuevo marco regulatorio y en mayo anunció que todas las transferencias por valor de más de 10.000 liras (unos 1.000 euros) deberán comunicarse a la agencia estatal de delitos financieros para evitar el lavado de dinero.

“Hay un gran debate sobre cómo registrar las criptomonedas. Necesitamos una nueva legislación”, opina Ozan Turançiftçi, abogado en la auditora internacional PWC en Estambul. “Primero tenemos que definir qué son y luego, cómo gestionar sus impuestos. No hay consenso. Creo que empezaremos a ver algunas multas fiscales al respecto el año que viene”, añade.

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