«UE-Colombia: mujeres y tierras, los otros fracasos del Acuerdo de Paz» por Mirra Banchón

«Se requiere protección especial para las lideresas. Tenemos que dar una oportunidad a las mujeres de Colombia”, afirmó Izaskun Bilbao, vicepresidenta de la Delegación para las Relaciones con los países de la Comunidad Andina. A punto de cumplirse cinco años de la entrada en vigor de los acuerdos de paz en Colombia, el momento es bueno para analizar.

Antilavado de Dinero / DW.

Habiendo pasado un tercio del tiempo pensado para su implementación, «es necesaria una verificación real de cómo se han cumplido los acuerdos”, decía Iban García del Blanco, eurodiputado anfitrión de un encuentro, esta semana en el Parlamento Europeo, entre políticos europeos de diferentes bloques y representantes de la sociedad civil, activos en el terreno.

Sin descuidar el desgarrador balance de líderes sociales y excombatientes asesinados, basándose en datos concretos del informe del Instituto Kroc para Estudios Internacionales de Paz, de la Universidad de Notre Dame, y también en el del jefe de la Misión de la ONU en Colombia, en Bruselas hay mucho interés por sacar conclusiones sobre lo que se ha logrado en todos los aspectos. Y de lo que falta por alcanzar.

Según el informe Kroc, el punto uno del acuerdo -la reforma rural integral- es el campo donde los resultados, en este lustro, podrían considerarse nulos. Según la ONU, al ritmo que va, su implementación requeriría 26 años, y no los 15 previstos al momento de su firma. Especialmente llamativo es, según la ONU, que sean las zonas priorizadas para la implementación del Acuerdo las que enfrentan las situaciones más graves. El acelerar el acceso a la tierra y la vivienda para excombatientes y también para la población rural, indígena y afrodescendiente es uno de las recomendaciones de la ONU. Y potenciar los liderazgos femeninos.

¿Cuál es el papel de la UE?

«La Unión Europea fue fundamental para que se firmara ese acuerdo”, comenta a DW Adriana Benjumea, directora de la Corporación Humanas de Colombia.

«Su apoyo a este proceso de paz pasa por el fondo fiduciario. Nos parece llamativo que en los temas género y reforma rural integral, campos que priorizó la UE para destinar sus fondos, se ha avanzado muy poco. Las feministas estuvimos en las instituciones europeas cuando se iba a firmar ese acuerdo, que es un ejemplo para el mundo. En él se incluyen 122 medidas de género, de las cuales el gobierno actual ha aceptado sólo 51”, afirma Benjumea.

La base de estas medidas es la resolución 1325 de la ONU, que reconoció, apenas hace 21 años, el desproporcionado impacto que tienen los conflictos en las mujeres y las niñas. «En el acuerdo se estipula que hay que dar respuesta a las víctimas de violencia sexual; esta no puede ser objeto de amnistía ni de indulto. ¿Cuántos expedientes se han abierto en estos cinco años? Ninguno, subraya Benjumea.

«Hay apoyo europeo para la Justicia Especial para la Paz, pero la estela de impunidad en cuanto a violencia sexual y reproductiva se alarga en Colombia”, añade. Por otro lado, el relegado Punto 1, el que se refiere a la tierra -su restitución, su protección, su titulación- también, según lo estipulado en el acuerdo, debe leerse con enfoque de género.

«Hay dos medidas en los acuerdos en las que no se ha avanzado: ¿dónde está el fondo de tierras para mujeres rurales y campesinas? En estos cinco años no se ha entregado ni una sola hectárea a las mujeres. Por otro lado, en el Punto 4, de sustitución de cultivos de uso ilícito: ¿dónde está la línea de créditos para las mujeres rurales? Hay temas de economía política en los acuerdos que no se han tocado. La UE, garante de los Acuerdos de Paz, haría bien en preguntar por ellos”, apunta Benjumea.  

El Acuerdo de Paz «no es un menú a la carta”

A cinco años del esperanzador momento en La Habana entre Juan Manuel Santos y Rodrigo Londoño, los casi 300 excombatientes asesinados y los cientos de líderes sociales, sobre todo rurales, abatidos marcan la tendencia -a pesar de prometedores proyectos financiados con los Fondos para la Paz- a ver el vaso más bien vacío. 

«El acuerdo de Paz de Colombia no es un menú a la carta, sino un conjunto integrado que tiene que ser implementado en su totalidad”, sostuvo Eamon Gilmore durante el encuentro, representante especial para Derechos Humanos de la UE y enviado especial para el proceso de Paz de Colombia, que estará en el país en el balance del aniversario.

El círculo se cierra: «El conflicto de Colombia tiene también factores exógenos, como todo en América Latina. La producción, la venta ilegal y el consumo de drogas, algo que nos interpela y nos exige”, afirma la eurodiputada Izakun Bilbao.

A este respecto, también Benjumea vuelve al punto de partida: «Es el punto fracasado, según los negociadores que han hecho seguimiento: la reforma rural integral, el Punto 1 del acuerdo, está muy ligado al de sustitución de cultivos ilícitos, el Punto 4 de los Acuerdos de Paz de Colombia”.

Por: Mirra Banchón.

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