Un presunto caso de corrupción salpica al ex jefe del Ejército argelino

La prensa argelina destapó hoy un escándalo de presunta corrupción que salpica al general Ahmed Gaïd Salah, el hombre que encabezó las presiones del Ejército argelino sobre el presidente Abdelaziz Buteflika, lideró la transición cuando el anciano mandatario dimitió y lanzó una pretendida campaña de «manos limpias» que ha llevado a decenas de políticos, empresarios y militares a prisión en Argelia.

AntilavadoDeDinero / EFE

Según una investigación publicada este lunes por el prestigioso diario «Al Watan», los hijos del que durante casi 20 años fuera viceministro de Defensa y jefe del Ejército a las órdenes del propio Buteflika habrían amasado una fortuna de millones de euros de modo fraudulento.

Adel y Boumediane tendrían decenas de inmuebles y empresas que habrían comprado de forma irregular, por una cantidad simbólica, en la ciudad oriental de Annaba cuando era gobernador Mohamad al Gazi, uno de los políticos encarcelados tras la campaña lanzada por su padre antes de fallecer el pasado diciembre a causa de un fallo cardíaco.

Al Watan pone como ejemplo la harinera Sarl AGB Aïn Yagout, que ambos hermanos habrían comprado por un dinar argelino y que habrían usado para revender a precio de mercado la harina subvencionada que les proporcionaba el Estado, y una embotelladora de agua en la propia Annaba, que en apenas unos años habría triplicado su superficie y producción.

Y asegura que tanto en la compra de empresas por el mismo método en diferentes partes del país como en la de inmuebles estaba implicado su cuñado, actualmente destinado en la embajada de Argelia en Francia.

Buteflika, enfermo e incapacitado desde que en 2013 sufrió un ictus, abandonó la presidencia en abril de 2019 tras veinte años en el poder presionado por el Ejército y forzado por la protesta masiva en la calle del movimiento popular «Hirak», que se oponía al deseo del círculo del presidente de que éste optara a un quinto mandato consecutivo.

Tras su renuncia, su hermano Said, sus dos primeros ministros Abdelmalek Sellal y Ahmed Ouyahia, así como empresarios del régimen, como el jefe de la patronal Ali Hadad, fueron juzgados por corrupción y condenados a penas superiores a los diez años de cárcel.

La campaña lanzada por Gaïd Salah, un hombre que siempre cultivó la imagen de hombre honesto que vivía una vida austera, también sacudió a una parte de la cúpula del Ejército, que domina el país desde la independencia de Francia en 1962.

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Pese a la renuncia del mandatario, el «Hirak» mantiene aún su lucha en favor de «un cambio verdadero», aunque ya no lo hace en la calle por las medidas impuestas para combatir la pandemia de la COVID-19, que en Argelia ha contagiado oficialmente a 43.500 personas y causado 1.483 decesos.

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