Venden miles de DNI y pasaportes robados en canales de Telegram

Pasaportes y los DNI de todas estas personas están ahora a la venta en distintos canales creados en Telegram, una célebre aplicación de mensajería similar a WhatsApp.

Antilavadodedinero / Elpais

Un español residente desde hace 30 años en América Latina estaba este verano en Barcelona, su ciudad de origen. Fue a comer a un café detrás de la catedral hacia las 16.00. “Un hombre se sentó cerca de mí y sin yo verlo se llevó mi mochila, con todo dentro. Dos minutos después me di cuenta. Una chica que trabajaba cerca me dijo que era un tipo que rondaba a menudo”, explica a este periódico.

Una mujer dejó su bolso en su coche en un centro comercial de Badalona (Barcelona). Al cabo de un rato, quizá con un inhibidor de frecuencia, se lo habían robado. Un profesor de Madrid viajó a Barcelona en verano. Pasó por el puerto de la ciudad, donde atracan los ferries, y lo que parecía una familia le robó la riñonera en un despiste. Hace poco más de un mes, de madrugada, entraron en la casa de una mujer en Barcelona y se llevaron su documentación, entre otras cosas.

Un pasaporte y los DNI de todas estas personas están ahora a la venta en distintos canales creados en Telegram, una célebre aplicación de mensajería similar a WhatsApp. Allí se venden tanto documentos reales robados y en vigor como falsos, de la mayoría de países occidentales. Todos pueden comprarse en teoría tras una breve conversación con los creadores de esos canales, y tras mandar unos cientos de euros en bitcoins a una cuenta.

Cuando EL PAÍS reveló por teléfono a seis españoles que sabía que su documentación había sido robada porque estaba a la venta en un oscuro canal de Telegram su primera reacción fue de estupor. Una persona de un pueblo de Valencia volvió a llamar para que se le explicara la historia de nuevo.

La sorpresa se transformaba enseguida en temor y en la pregunta de si debían volver a la policía a ampliar la denuncia. En cada uno de los seis casos que EL PAÍS comprobó había habido denuncia tras el robo. En principio, dicen fuentes de la policía, no se puede hacer mucho más si la denuncia original ya está hecha.

¿Cómo acaba un DNI robado en España en un canal de Telegram que ofrece miles de documentos similares, falsos y verdaderos? No es algo nuevo para la policía, que sabe de la existencia de estos canales. Son mercados que tradicionalmente han existido en la dark web pero Telegram les ofrece un espacio más accesible para “posibles clientes” e igual de seguro. “Telegram se ha convertido en un buen refugio para este tipo de actividades: da más seguridad y anonimato que la dark web. Una parte del crimen organizado se ha trasladado a Telegram”, dice Carlos Seisdedos, responsable de ciberinteligencia de Isec Auditors, que investigó cómo operan estos mercados ilegales de identidad al encontrárselos durante una labor de reputación digital para un cliente.

La policía advierte de que en algunos casos esas fotografías pueden usarse como anzuelo de un fraude: algunos interesados pueden pagar y no recibir nunca nada. Los criminales de verdad no compran su documentación falsa en Telegram, dicen fuentes policiales.

Telegram no ha contestado a varios mensajes de este periódico, que evita mencionar los nombres de los canales para no facilitar aún más su distribución. El grupo de canales distintos que Sesidedos ha encontrado reúnen más de 40.000 seguidores y han publicado más de 300.000 imágenes de documentos desde finales de 2019.

Hasta hace unos años, cuando un carterista robaba, la documentación personal acababa despreciada en algún container, papelera o acera. Ya no. “No considero que haya una banda organizada de ladrones que roban y vendan. Diría que es más bien una organización importante que compra los documentos a los ladrones”, dice Seisdedos. La mayoría de documentos españoles que EL PAÍS ha podido ver están en castellano y catalán y las seis comprobaciones de personas a quienes se les ha robado la documentación confirmaron que el robo se había hecho en Barcelona ciudad o provincia y en Valencia.

Algunos canales ofrecen una lista de tarifas por país, tanto de documentación real y en vigor como de papeles falsos. En casos puntuales mencionaban descuentos para los clientes. Un pasaporte británico o alemán costaba 2.000 dólares en uno de los grupos, mientras que uno francés bajaba a 1.500.

En este canal venden por ejemplo un “pack de identidad nueva”, que consiste en pasaporte, DNI, carné de conducir y gratis una tarjeta SIM, todo por 3.000 dólares. En estos casos se entiende que es documentación falsa a partir de la foto de alguien que necesita supuestamente una nueva identidad. En algunos casos las ofertas incluían certificados de nacimiento nuevos, tarjetas de la seguridad social o diplomas.

Seisdedos pidió detalles en una conversación privada para comprar documentación española. Le pedían 450 euros por uno real, que podía coger tomando como referencia a alguien que presuntamente se le pareciera; y 300 por uno falso, con su foto. El método de pago era bitcoin a una cuenta que ha registrado 88 transacciones y ha ingresado cerca de 9.000 euros. “Pedí información también de métodos de envío. Pretendía acotar su país de origen en función del tiempo de envío. Pero me los enviaban por DHL y eso incluye casi todo el mundo en un par de días”, explica.

Depende de la imaginación

¿Qué utilidad tiene este tipo de documentación? Depende de la imaginación del comprador. La Policía Nacional recuerda que con la denuncia y la renovación del documento, el anterior queda anulado y es inservible oficialmente. Si la policía comprueba si ese documento es real, le aparecerá en el sistema como anulado, con los problemas que eso puede implicar para quien lo lleva.

Eso no implica que un carné en vigor no tenga multitud de otros usos para ocultar identidades lejos de agentes de inmigración. Puede servir como soporte adicional en compras con una tarjeta reestampada, por ejemplo. Un carné con una cara parecida al comprador y una tarjeta con una numeración válida pero con el mismo nombre que el DNI puede servir en muchos negocios. También puede servir para compras online, pedir créditos o abrir una línea telefónica y no pagar. La persona real que aparece en el DNI tiene en algunos casos así un buen problema. Por ello, la denuncia será un documento básico si alguna empresa exige el pago por algo que ha contratado un delincuente a nombre de alguien a quien le robaron el DNI. También puede servir para cerrar ventas en aplicaciones como Wallapop, donde a veces se pide un carné como prueba de que no es una estafa.

Esos canales fraudulentos alojados en Telegram explican sus supuestos beneficios, con un lenguaje que un experto en marketing aprobaría: “Un segundo pasaporte o DNI pueden expandir los derechos y libertad de todo el mundo. La importancia de conseguir una nueva identidad incluye viajar fácilmente sin tener problemas con los agentes de inmigración.

También crear un negocio propio. Lo mejor de todo, una ciudadanía dual o un segundo pasaporte puede ser la entrada para reducir tus impuestos y mejorar la protección de tu patrimonio o incluso de tu vida. Para un ciudadano de un país totalitario o de alguien con un pasaporte con pocas opciones de viajar sin visados, significa la libertad completa de movimientos junto al derecho de vivir y trabajar en una sociedad normal desarrollada”.

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