Miembros de la Policía Nacional de Colombia encienden velas durante una vigilia frente al comando policial en Cúcuta, Norte de Santander, Colombia, cerca de la frontera con Venezuela, el 27 de julio de 2022. Unos 20 policías han sido asesinados por la violencia de los grupos delictivos en la región.
Antilavadodedinero / Dialogoamericas
Las operaciones de narcotráfico, contrabando de oro, gasolina y corrupción en puertos y aduanas de Venezuela han ido aumentando en los últimos años a medida que el país sudamericano se convierte en unos de los epicentros del crimen organizado en la región.
Estas fueron algunas de las conclusiones de un estudio de la rama venezolana de la ONG Transparencia Internacional, la cual precisa que estas actividades reportan anualmente más de USD 9400 millones a organizaciones criminales amparadas por funcionarios corruptos.
“Estructuraron en Venezuela una organización criminal bien planificada y dirigida desde el más alto nivel” de los líderes del régimen, dijo a Diálogo Jorge Serrano, asesor de la Comisión de Inteligencia del Congreso del Perú, el 13 de julio de 2022. “Claramente es una dictadura cívico-militar dirigiendo un régimen abiertamente enfocado a gestionar el crimen organizado internacional”.
El estudio Economías ilícitas al amparo de la corrupción, del 26 de junio, destaca el apoyo de los funcionarios corruptos a las organizaciones criminales, mientras la calidad de vida del 90 por ciento de la población sigue deteriorándose. Según datos de la firma venezolana de economía y finanzas Ecoanalítica el volumen de las operaciones criminales representa el 21 por ciento del producto interno bruto nacional, que es de USD 43 440 millones, reporta la firma.
Grupos criminales
Uno de los principales hallazgos del estudio es la confirmación de la existencia de 13 organizaciones criminales que operan en 13 estados venezolanos, amparados por funcionarios y militares corruptos, que usan principalmente la violencia para captar fondos con el control de economías ilícitas.
Dentro de estas organizaciones delictivas se encuentran: Ejército de Libración Nacional; disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia; Tren de Guayana; Tren de Aragua; Banda del Negro Fabio; Banda de Juancho; Grupo Armado Yeico Masare; Cuadrillas de Paz; y Banda del Toto y Zacarías.
Aunque estas organizaciones mueven la mayoría de la cocaína, son los funcionarios estatales quienes modelan y controlan las operaciones y organización dedicada al estudio del crimen organizado en Latinoamérica y el Caribe. Las células narcotraficantes en el ejército y la policía, denominadas colectivamente Cártel de los Soles, trasiegan drogas por todo el país, precisó.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos estima que al año salen de Venezuela entre 200 y 250 toneladas métricas de cocaína, que representan entre 10 y 15 por ciento de la producción global estimada, precisó InSight Crime.
Proliferación y expansión
Según Transparencia, la proliferación y expansión del crimen organizado en Venezuela se da ante la falta de cooperación del régimen de Nicolás Maduro con organismos internacionales para combatir el narcotráfico; los pocos esfuerzos por recolectar y distribuir información de la actividad criminal; la centralización del poder militar y judicial; y el ambiente de corrupción generalizado.
Sin embargo, la principal causa para que se consolide el estado criminal en Venezuela, aseveró Serrano, “es la estructura geopolítica del eje Habana-Moscú-Caracas (…), a través de los servicios de inteligencia. Esta estructura de alianzas para el mal y el crimen permite que se consolide ese estado criminal”.
El eje cuenta con un protagonista principal extrarregional, sin formar parte directa de este eje, que es China, quien presta recursos económicos a la dictadura venezolana a cambio de petróleo, abundó Serrano. Igualmente le instaló dos satélites y tecnología para espionaje interno y control ciudadano.
Transición y destrucción
InSight Crime muestra que Venezuela produce cocaína en la región fronteriza de Zulia, un punto de despacho clave para los cargamentos de drogas hacia Centroamérica y el Caribe. También hay evidencia de la expansión del cultivo de coca en Apure, y laboratorios para la producción de cocaína, afirmó.
“Venezuela se convirtió desde hace un par de años en un productor de hoja de coca”, expresó Serrano. “Podría convertirse en tres años en el cuarto proveedor de cocaína del mundo junto a Colombia, Perú y Bolivia; ya no va a depender de la cocaína colombiana. Es el peor de los escenarios”.
Oro y contaminación
El informe ahonda en la acelerada y dramática explotación aurífera en el denominado Arco Minero del Orinoco (AMO). En los últimos dos años, durante la pandemia de COVID-19, la actividad destructiva e ilegal se profundizó en el AMO; creció la deforestación y la erosión de suelos, así como la contaminación.
El negocio del oro del sur venezolano, lejos de ser una fuente sostenible de ingresos se ha manchado de sangre y viciado de las más ilícitas prácticas como el contrabando de oro, combustible, drogas, armas y municiones, señala el documento.
Asimismo, destaca que los derechos humanos de los venezolanos son vulnerados para garantizar el beneficio económico de las estructuras corruptas, su permanencia en el tiempo, y la impunidad de sus actos.
“Hay que impedir que Venezuela y Rusia avancen impunemente en todo Latinoamérica”, comentó Serrano.
