El lavado de dinero consiste en realizar ciertas operaciones financieras para convertir recursos ilícitos en recursos lícitos, es decir, se trata de limpiar la riqueza, que ha sido generada por medio de actividades ilícitas, en riqueza aparentemente con orígenes lícitos.
Por Panorama/ALD
Hoy día en Venezuela existe un proceso de dolarización de facto, lo cual ha posibilitado ingresar divisas a la economía sin control. En otras palabras, como no existe un procedimiento organizado y formal que pueda bancarizar esas nuevas divisas que entran a nuestra economía, estamos creando, como consecuencia, las condiciones para que ingresen divisas de cualquier origen. Este escenario es propicio para el crimen organizado, porque las transacciones estarían ocurriendo con escasa o nula supervisión, fiscalización y monitoreo.
Por lo tanto, no es extraño que hoy se levanten tantas sospechas acerca de los nuevos emprendimientos denominados “bodegones” o “mini-market”, puesto que, detrás de algunas de esas inversiones, quizás esté la mano oscura del narcotráfico o funcionarios y familiares sancionados del régimen dictatorial.
Además, se reportan muchas inversiones en los países de la región para instalar locales de venta de comida rápida, licorerías, panaderías, tiendas de ropa y negocios diversos que manifiestan muchas señales de dinero sucio, aprovechándose de la alta presencia de venezolanos y otros vínculos.
El crimen organizado busca diariamente técnicas novedosas para filtrar su riqueza mal habida, pero en nuestro país no tendría mucha dificultad para cumplir su cometido, dada las particularidades que ofrece nuestra economía. Si es cierto que ese proceso que llaman dolarización “no lo ven mal” -y gracias a DIOS que existe-, entonces deben crearse mecanismos para que las divisas ingresen a la economía ordenadamente y respetando las normas y formalidades jurídicas. Porque si no, lamentablemente, esta vez, en este río revuelto pudiera ganar la criminalidad y todos sus males asociados.
Según Econoanalítica, cerca del 86 % de las transacciones minoristas en Maracaibo se efectuaron mediante pago en dólares, mientras que a nivel nacional se estima que alcanzó un 54%