La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aceptó incluir en el dictamen sobre la reforma judicial una reserva para crear una figura similar a los “jueces sin rostro” -como sugirió el presidente Andrés Manuel López Obrador en días recientes-, que se harían cargo de resolver casos relacionados con delitos de delincuencia organizada, terrorismo y narcotráfico.
Asimismo, aprobó garantizar la paridad de género en diversos cargos de personas juzgadoras.
Luego de que esta tarde se aprobara la reforma en lo general, por 22 votos en favor y 17 en contra, comenzó la exposición de un total de 330 reservas presentadas por todos los partidos.
La única que hasta el momento ha sido aprobada es la que presentó la diputada Lidia García Anaya (Morena), quien propuso modificar el sexto párrafo del artículo 20 de la Constitución, para instituir la figura de los jueces “sin rostro”.
Al dictamen se agregó que “tratándose de delincuencia organizada, el órgano de administración judicial podrá disponer las medidas necesarias para preservar la seguridad y resguardar la identidad de las personas juzgadoras, conforme al procedimiento que establezca la ley”.
La reforma, abundó la diputada, “se trata de incluir un órgano administrativo sin rostro, también denominado ‘jueces sin rostro’, el cual sería creado dentro de los sistemas de determinadas jurisdicciones, encargadas del proceso y juicio de delitos generalmente vinculados al narcotráfico, al terrorismo y al crimen organizado”.
Se trata, dijo, “de órganos donde los jueces son anónimos, de los cuales no se conocen sus identidades, con el principal objetivo de salvaguardar la identidad de los jueces y también de sus familias”.
García Anaya detalló que esta figura se ha utilizado en países como Italia, Colombia, Brasil y Perú, para el análisis de casos vinculados con delitos graves.
Otro aspecto de la reserva aceptada incluyó un cambio al artículo segundo transitorio del dictamen, para garantizar la paridad de género en diversos cargos del Poder Judicial. En el caso de las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, “se podrán elegir hasta cinco mujeres y hasta cuatro hombres”.
Para las magistraturas del Tribunal de Disciplina Judicial –que sustituirá al Consejo de la Judicatura Federal-, se elegirían “hasta tres mujeres y hasta dos hombres”, y para magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), “hasta dos mujeres y hasta dos hombres”.
Para los magistrados de las salas regionales del TEPJF, se podrán elegir “hasta dos mujeres y un hombre por cada sala”, y para magistrados de Circuito y juezas y jueces de Distrito, “hasta cinco mujeres y hasta cinco hombres”.
Luego de que la reserva se aceptara a discusión, los diputados opositores Héctor Saúl Téllez (PAN), Mario Rodríguez (MC) y Miguel Rodarte (PAN) advirtieron que la figura de los jueces “sin rostro” es incompatible con la elección por voto popular, pues si los juzgadores participan en comicios, su identidad quedaría revelada y su anonimato estaría comprometido.
Téllez en particular, propuso que, en este caso, sea un comité previo de selección el encargado de designar a los jueces “sin rostro”. En favor de la propuesta de García Anaya argumentaron los morenistas Salvador Caro y Yeidckol Polevnsky, y el petista Gerardo Fernández Noroña.