La actriz que la interpretaba, Allison Mack, quien trabajó en la reconocida serie sobre la adolescencia de Superman, Smallville, se declaró culpable de crimen organizado en el caso de la secta Nxivm, cuyos responsables están acusados directamente de tráfico sexual.
Mack admitió la culpabilidad de dos cargos: crimen organizado y conspiración para crimen organizado. “He llegado a la conclusión de que debo asumir toda la responsabilidad sobre mi conducta y es por eso que me declaro culpable hoy”, declaró en el juicio. También pidió perdón a su familia y a las personas que hirió por su “adherencia equivocada a las enseñanzas de Keith Raniere”, el líder de la secta.
Pero esto no es todo para Mack. Todavía le quedan por resolver otros cargos que pesan contra ella relacionados con el tráfico sexual, usurpación de identidad y blanqueo de dinero. Y es que, según la fiscalía, la actriz de Smallville recibió beneficios financieros a cambio de reclutar esclavas sexuales para Raniere.
Parece ser que la secta Nxivm forma parte de un entramado piramidal formado por distintas entidades, creado y dirigido por Raniere, que se rodeaba de un íntimo círculo de personas de confianza entre las que se encontraba Mack. Impulsaba un supuesto programa de autoayuda en países como EE.UU, México, Canadá y países de Suramérica, que en realidad era una estafa en la que los asistentes debía tomar clases adicionales para obtener más privilegios, además de tener que reclutar más víctimas para ascender en la fundación.
Raniere fue arrestado el 27 de marzo en una lujosa villa de México, adonde huyó el año pasado después de que el New York Times revelara las historias de mujeres que habían logrado dejar el grupo, que se calcula alcanzó a unas 16.000 personas. Dentro de Nxivm había una sociedad secreta llamada DOS, un acrónimo latín para “Amo de las compañeras obedientes” donde era el único hombre y el líder, y Mack pertenecía al primer nivel después de él.
Esta sociedad operaba con los rangos de “maestros” y “esclavas” y se esperaba que estas últimas suministraran nuevas mujeres de quienes se pudieran aprovechar el resto de superiores de la pirámide. Entre las personas acusadas también destaca Clare Bronfman, una de las herederas del conglomerado de licores antes conocido como Seagram’s.
ALD/EFE
