El equipo fiscal que investiga la trama del Lava Jato en Perú allanó el domicilio de Roxanne Chessman, expareja del fallecido expresidente Alan García, luego que la semana pasada el exsecretario del jefe de Estado, Luis Nava, confesó sobre sobornos entregados por la empresa Odebrecht.
«Incautar y registrar (…) documentación vinculada a la ruta del pago de sobornos de Jorge Henrique Simoes Barata [exdirector de Odebrecht en Perú] al expresidente Alan García Pérez, con o sin intermediación de José Luis Nava Guibert», se precisa en la orden judicial correspondiente.
Nava afirmó que García recibió, a través de Jorge Barata, más de 600.000 dólares en sobornos cuando era candidato a la presidencia en 2006, y cuando era jefe de Estado en 2007.
Asimismo, declaró que el exmandatario le comentó que con el dinero de la constructora había comprado una casa en un balneario al sur de Lima, el cual inscribió a nombre de Roxanne Chessman.
La semana pasada, Chessman, quien tiene un hijo menor producto de la relación con García, emitió un comunicado afirmando la compra lícita de la vivienda.
«La casa de playa Los Cocos es de mi entera propiedad, la adquirí en 2008 a un valor de 120.000 dólares con recursos 100% personales; la operación de compra venta se dio de acuerdo a ley, de manera transparente y está adecuadamente refrendada por diversos documentos», dijo la expareja de García.
El exmandatario se suicidó con arma de fuego el 17 de abril pasado en su domicilio en Lima, momentos antes de ser detenido por la Policía por el caso Odebrecht.
Las declaraciones de su exsecretario, Nava, podrían tener efectos políticos y judiciales contra el Partido Aprista Peruano (centroizquierda), que lideró García, así como contra su familia y allegados si se descubre que los bienes heredados o adquiridos son de procedencia ilícita.
ALD/sputniknews
