Los dos guardias encargados de vigilar al multimillonario Jeffrey Epstein, acusado de pedofilia y tráfico de menores, durante la noche de su muerte podrían enfrentar cargos criminales por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
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Se sospecha que los guardias que debían controlar el estado del prisionero cada media hora, según lo establecido, no lo hicieron. Los fiscales les ofrecieron la opción de declararse culpables de los cargos, pero rechazaron la oferta, de acuerdo con The Associated Press.
Luego de su rechazo el Departamento de Justicia estaría contemplando presentar cargos penales en contra de los encargados de la seguridad del acusado muerto, informó CBS News.
La muerte de Epstein fue calificada como suicidio, pero el Procurador General William Barr dijo que los investigadores encontraron “irregularidades graves” en la cárcel donde pereció.
A su vez, Michael Baden, un patólogo con más de 50 años de experiencia contratado por el hermano de Epstein destacó que el multimillonario exhibía dos fracturas en el lado izquierdo y derecho de su laringe, alrededor de la manzana de Adán, y arriba de esta una fractura en el hueso hioides izquierdo.
Asimismo, dijo que esas lesiones no son propias de un suicidio sino de un estrangulamiento homicida, al igual que las hemorragias poco comunes que presentaba en los ojos el acusado muerto en su celda.
Epstein fue condenado anteriormente por manejar una red de tráfico sexual infantil, y en el nuevo caso se le vinculó a personajes ricos, poderosos y famosos, entre los que figuraban el expresidente Bill Clinton, el multimillonario Bill Gates y el Príncipe Andrés, del Reino Unido, entre otros.
Por otro lado, el senador Ben Sasse se dirigió al director de la Oficina Federal de Prisiones en busca de respuestas sobre la muerte del delincuente sexual convicto.
“La muerte de Epstein hace que sea significativamente más difícil procesar a sus co-conspiradores”, dijo el senador Sasse, agregando: “Hombres ricos y poderosos violaron a niños inocentes, y es un escándalo que muchas de las pruebas de estos crímenes murieran con Epstein mientras estaban bajo la custodia de su agencia”, según Washington Examiner.