Alberto Fernández evalúa crear agencia contra la corrupción y el lavado de dinero por lo que tiene intenciones de aceptar la recomendación fulminante de Béliz, pero ello no significa terminar con la inteligencia nacional ejecutada por civiles.
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La eventual decisión de Alberto Fernández puso en movimiento un juego de fuerzas interno protagonizado por exfuncionarios de la AFI, que desean regresar al sombrío edificio de 25 de Mayo 11, y futuros secretarios y ministros que se alinearon automáticamente con el presidente electo.
Cristina Fernández de Kirchner conoce las intenciones de Alberto Fernández y desde hace días que empuja a Juan Martín Mena, exseñor 8 de la AFI, para que regrese al puesto que le permitió conocer y manejar complejos secretos de Estado.
Además de evaluar la disolución de la AFI, el presidente electo considera la posibilidad de crear una unidad de lucha contra la corrupción y el lavado de dinero que ofreció a Ricardo Alfonsín. Alfonsín aún cavila y decidirá en las próximas horas.
El Estado Nacional tiene una Oficina Anticorrupción (OA) y una Unidad de Información Financiera (UIF) que son reconocidas en los tribunales federales y en los principales organismos multilaterales (OCDE, GAFI, ONU) por su seriedad y transparencia. Hasta el lunes serán dirigidos por Laura Alonso y Mariano Federici, dos funcionarios que fueron cuestionados por CFK en su última presentación en Comodoro Py.
. Eso no es reprochable, pero Federici viene del HSBC, una entidad financiera que ha sido internacionalmente perseguida por lavado de dinero. Y el HSBC tiene una causa en la Argentina”, opinó la vicepresidente electa cuando compareció en la causa Vialidad. .
En el primer encuentro entre Alberto Fernández y el embajador de Estados Unidos, Edward Prado, se consideró la situación de la UIF y la posibilidad de mantener en su puesto a Federici, que es respaldado por la Casa Blanca. Federici tiene un cargo estratégico a nivel global (Egmont Group of Financial Intelligence Units), y Estados Unidos ya anticipó que si Alberto Fernández no lo mantiene en ese puesto, Argentina perderá ese lugar clave en el organismo multilateral más importante en la lucha contra el lavado de activos y dinero sucio.
Alberto Fernández ya tomó la decisión. No quiere a Alonso ni a Federici, creara una sola unidad con la OA y la UIF y por encima colocará a un político prestigioso con rango de secretario de Estado. El presidente electo ofreció esa secretaría a Ricardo Alfonsín, que aún duda en aceptar la propuesta de Alberto Fernández.