Cómo un banco participo en robo de cajeros de más de mil millones de dólares

Cómo un banco participo en robo, la estafa generó unos 240 millones de dólares por año, desde principios de 2014 hasta la primavera de 2019, cuando la banda cerró la operación por la presión de las autoridades mexicanas. En total, se estima que ganaron 1,200 millones de dólares.

Antilavadodedinero / Telemundo

Era un día húmedo en Cancún en septiembre de 2015, y El Tiburón, un delincuente rumano, estaba de muy mal humor.. Florian Tudor, patrón del bajo mundo de Craiova (Rumania) y que entonces tenía 38 años, lideraba una lucrativa estafa en la Riviera Maya de México. 

Les robaba dinero a los turistas a través de una red de cajeros automáticos equipados con dispositivos para copiar los datos de sus tarjetas bancarias.

Pero Brian Krebs, un periodista estadounidense, publicó un artículo y un vídeo en su página que exponían la operación.

“Nos destruyeron. Ya está. Chinga su madre. Cierra todo”, le escribió Tudor a Constantin Sorinel Marcu, su mano derecha, en un mensaje de la aplicación Viber, según registros de fiscales rumanos. “Diles que los voy a matar”, añadió.

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“Ok. Yo puedo matarlos, en cualquier momento, a cualquier hora”, le respondió Marcu.

Sin embargo, las preocupaciones de Tudor resultaron infundadas. Una investigación del Proyecto de Reportería sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP, por su sigla en inglés) con socios en México y Rumania muestra que El Tiburón logró seguir con el negocio ilegal durante tres años y medio más.

Florian Tudor en una conferencia de prensa celebrada en su casa, en marzo de 2020, durante la que afirmó que fue robado y torturado por la policía.
Florian Tudor en una conferencia de prensa celebrada en su casa, en marzo de 2020, durante la que afirmó que fue robado y torturado por la policía.OCCRP

Uno de sus hombres, que se convirtió en informante de la justicia rumana, dijo que la estafa generó unos 240 millones de dólares por año, desde principios de 2014 hasta la primavera de 2019, cuando la banda cerró la operación por la presión de las autoridades mexicanas. En total, se estima que ganaron 1,200 millones de dólares.

A través de cerca de 15,000 páginas de documentos de las autoridades rumanas, así como de registros de propiedades en cuatro continentes, solicitudes de información y de entrevistas con docenas de fuentes, un equipo de periodistas reconstruyó los detalles de esta estafa, que alteró hasta 100 cajeros automáticos en regiones turísticas de la Península de Yucatán y el Pacífico mexicano.

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Esta investigación también expone deficiencias en la aplicación de la regulación bancaria del país. A través de una empresa pantalla, el grupo criminal de Tudor estableció en 2014 una relación comercial con Multiva, un banco de tamaño mediano, y montó una red de cajeros legitimada por su marca.

A pesar de numerosas señales de alarma, Multiva no paró la trama de los cajeros. Al contrario, en 2018 el banco renovó su contrato para instalar cajeros con Top Life Servicios, la empresa fachada de Tudor.

Las autoridades tampoco han hecho mucho por detener la estafa. En Rumania saben de las actividades criminales de Tudor y su banda desde 2012 y sólo acusaron a algunos miembros el año pasado. En México, la policía nunca ha acusado a ningún miembro del grupo por la estafa de los cajeros.

Uno de los cajeros automáticos de Multiva en Playa del Carmen.
Uno de los cajeros automáticos de Multiva en Playa del Carmen.OCCRP

Los expertos opinan que este caso muestra por qué México necesita una regulación más fuerte sobre los cajeros automáticos. De acuerdo con la regulación actual, los bancos son responsables de investigar ellos mismos cuando hay incidentes de seguridad como cuando sus propios cajeros automáticos fueron alterados.

“Nos dimos cuenta de que hay un vacío legal”, señaló Mario Di Costanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Según indicó, esta institución gubernamental debería supervisar los cajeros.

Nadie los supervisa, la única forma de que se ponga atención es cuando tú tienes una reclamación de un usuario, de un cajero automático que no funcionó bien”, dijo.

Sin embargo, la investigación de Krebs en 2015 sí llamó la atención en la Riviera Maya, donde muchos residentes extranjeros y turistas publicaron en redes sociales que sospechaban que algo andaba mal con los cajeros. Uno de ellos incluso publicó en Facebook que vio cómo los criminales removían dispositivos de clonación de datos, llamados skimmers, en máquinas de Playa del Carmen.

“Vi a individuos ir a los cajeros y sacar los skimmers justo delante de la gente”, escribió el residente. “No les importa y no es probable que la policía los detenga”.

A la izquierda, el pasaporte falsificado con el nombre "Paul Daniel Ionete” y la tarjeta de la residencia temporal mexicana de Adrian Tiugan.
A la izquierda, el pasaporte falsificado con el nombre «Paul Daniel Ionete” y la tarjeta de la residencia temporal mexicana de Adrian Tiugan.OCCRP

Robo automatizado

Un paso clave para la banda fue montar a finales de 2013 Top Life Servicios, una compañía en apariencia legal que instaló y operó cajeros automáticos. Según el registro público de comercio mexicano, la fundaron dos rumanos que trabajaban para Tudor: Emilian Ciupitu y Paul Daniel Ionete, nombrado administrador único y accionista mayoritario de Top Life.

De hecho, Ionete era una identidad falsa que usó Adrian Tiugan, un veterano de las estafas con cajeros, condenado en Rumania en 2012 por pertenecer a un grupo criminal que plantó skimmers en máquinas en el Vaticano. Sin embargo, huyó antes de ser encarcelado. Con una orden de captura internacional, terminó yéndose a México usando un pasaporte falso, que le compró en 2,000 dólares al verdadero Paul Ionete.

Los antecedentes penales de Tiugan no impidieron que se mudara a México, montara Top Life y construyera una relación con un banco establecido. Su identidad fraudulenta bastó para engañar a las autoridades de inmigración mexicanas, que le otorgaron un permiso de trabajo temporal nueve meses después de que se emitiera la orden de captura internacional.

Tiugan se puso a trabajar rápido. El 1 de marzo de 2014, un mes después de su creación, Top Life firmó un contrato con Multiva. El banco forma parte de un conglomerado operado por Olegario Vázquez Aldir, miembro de una de las familias más adineradas de México y designado en 2018 en el consejo asesor empresarial del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El acuerdo permitió a Top Life instalar «cajeros automáticos a nivel nacional con el reconocimiento y el patrocinio del Banco Multiva», según consta en una carta dirigida “a quien corresponda”. 

Multiva tenía un interés particular en la Riviera Maya, en la costa caribeña de la península de Yucatán, donde hay una fuerte necesidad para conseguir efectivo fácilmente. Cada año, millones de turistas exploran Cancún, Playa del Carmen y Tulum, donde ruinas mayas se bañan en playas de arenas blancas y aguas turquesas.

Cancún, uno de los destinos turísticos más importantes de México, era una de las zonas donde operaba la banda rumana.
Cancún, uno de los destinos turísticos más importantes de México, era una de las zonas donde operaba la banda rumana.OCCRP

“Este acuerdo comercial abarcaba toda la zona de la Riviera Maya donde nosotros no teníamos presencia”, dijo en una entrevista a OCCRP Javier Valadez Benítez, director general del Grupo Financiero Multiva, en sus oficinas en Ciudad de México.

“Eso también es un interés más nuestro porque de la noche a la mañana tuvimos una red de cajeros con la imagen del banco posicionada en un mercado donde no teníamos presencia” explicó. Y agregó que el banco nunca invirtió en Top Life, ni a la inversa. 

Los representantes de Multiva no quisieron revelar cuán lucrativo fue el contrato con Top Life Servicios para el banco. Enfocarse en destinos turísticos fue, sin duda, una movida inteligente de la banda de Tudor.

Los estafadores robaban la información cuando las víctimas usaban los cajeros automáticos. Luego, la banda agregaba la información a una nueva tarjeta, que usaban para retirar dinero en distintos puntos del mundo. En general sacaban el efectivo meses después de robar los datos. Así, a las víctimas les costaba hacer la conexión con sus vacaciones en México. Y aún más difícil vincular lo ocurrido con un cajero en particular.

Otra táctica para evitar ser detectados, según un antiguo cómplice, era sacar de cada tarjeta cantidades nunca superiores a 200 dólares cada vez.

En abril de 2018, el californiano Mark Roberts estaba de vacaciones en Sayulita con 13 amigos cuando fue víctima de la banda. Aunque en foros en línea ya había leído sobre fraudes en los cajeros del pueblo, él y sus compañeros fueron a un cajero de Multiva, pues necesitaban efectivo para pagar la cuenta de un restaurante. A fines de mes, varios miembros del grupo descubrieron retiros simultáneos fraudulentos de sus cuentas en Orlando (Florida) y Hollywood (California).

Sacaron el dinero «sabiendo que podría ser arriesgado», le dijo Roberts a OCCRP. «¡Resulta que sí lo era!».

El uso de la marca de Multiva dio a los cajeros de la banda una apariencia de legitimidad, que disimulaba la tecnología de skimming alojada en su interior. Hay otras pistas sobre el funcionamiento de la estafa en una orden de captura emitida en Rumania contra cinco miembros de la organización en julio de 2019, por crear una organización criminal, por intento de homicidio y por chantaje.

La Banda de la Riviera Maya controla cerca del 10 por ciento de un mercado delictivo de 2000 millones de dólares. Cancún era uno de los epicentros de sus actividades.
La Banda de la Riviera Maya controla cerca del 10 por ciento de un mercado delictivo de 2,000 millones de dólares. Cancún era uno de los epicentros de sus actividades.OCCRP

Cristian Simion, un extécnico en Top Life, declaró a fiscales rumanos que su trabajo consistió en diseñar e instalar chips en cajeros armados específicamente para robar datos de tarjetas. Registros empresariales muestran que él también fue accionista de RLU Services Mexico, una empresa que según Simion importó componentes y equipos para hacer los chips.

Top Life «instaló cajeros en varias zonas turísticas con el acuerdo del banco Multiva», les señaló a los investigadores, según la orden de captura. «En esas máquinas, instalaron dispositivos de clonación de tarjetas».

Los ejecutivos de Multiva le dijeron a OCCRP que desconocían que las autoridades rumanas, mexicanas y estadounidenses llevaban a cabo investigaciones contra la organización de Tudor, pues estas nunca contactaron el banco. Informaron que un examen estándar sobre los antecedentes de los dueños de Top Life no arrojó ningún resultado. No queda claro si volvieron a revisarlos antes de renovar su contrato con la empresa en 2018. 

Vacíos y laxitud

Las licencias de Top Life, que se obtuvieron con solicitudes de acceso a información pública, trazan un mapa parcial de la red de cajeros de la empresa pantalla, desde la exuberante selva tropical de la Península de Yucatán hasta los spots de surf y exclusivos complejos turísticos de la costa del Pacífico.

La banda instaló máquinas en hoteles y restaurantes de Tulum, junto al malecón de Puerto Vallarta, cerca de las playas de Sayulita, en Bahía de Banderas e incluso en Tijuana, según un testimonio citado por las autoridades rumanas.

Con su identidad falsa, Tiugan y un compatriota rumano, se encargaron de hacer las gestiones para instalar los cajeros adulterados. Él siguió operando, incluso después de que la prensa rumana revelara en 2014 que el verdadero Paul Ionete fue arrestado por pertenecer a una banda de narcotraficantes. Ionete fue fue de nuevo arrestado en 2017.

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