Cárteles mexicanos improvisan rutas de tráfico ante cierres por COVID-19

El posible desplazamiento al tráfico aéreo también puede tener relación con la reciente decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador de poner al ejército al frente de las aduanas y el control de los puertos nacionales, que los grupos del crimen organizado han aprovechado durante años para mover desde químicos para la producción de narcóticos hasta para introducir cargamentos internacionales de tráfico de drogas al país.

Antilavadodedinero / InsigthCrime

Ciudad de México, 22 de agosto (InSight Crime).- Las autoridades en México decomisaron recientemente grandes cantidades de fentanilo y químicos precursores usados para la elaboración de drogas sintéticas en el aeropuerto internacional de la capital, lo que lleva a preguntarse qué podría explicar las redadas.

El 18 de agosto, agentes de aduanas e infantes de marina mexicanos captaron 113.5 kilogramos de fentanilo en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México ocultos en contenedores, como parte de un cargamento aéreo, como lo anunció el gobierno en un comunicado, aunque no se identificó el origen de la carga.

Este es el segundo cargamento descubierto solo en este mes. El 12 de agosto, las autoridades aduaneras en el mismo aeropuerto incautaron 220 kilos de químicos precursores empleados en la elaboración de fentanilo enviados desde España, según una nota oficial.

El decomiso ocurrió el pasado 18 de agosto. Foto: Gobierno de México.

Los decomisos indican un posible cambio de operaciones de los grupos del crimen organizado en México, que por largo tiempo han usado los puertos marítimos para el movimiento de dichos químicos procedentes de Asia para la producción de fentanilo y otras drogas sintéticas.

Un informe publicado en el mes de marzo por la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD) señaló que la “reducción del comercio desde el sureste asiático” por causa de la pandemia del coronavirus había “limitado el suministro de precursores químicos en México, donde parece haberse interrumpido la fabricación de fentanilo y metanfetaminas”.

Pero los nuevos decomisos indican que los traficantes están encontrando salidas a esos contratiempos. Más aún, la Guardia Nacional en el estado de Puebla, un foco importante de huachicol, decomisó 240 cápsulas de vidrio de fentanilo medicinal en julio, que podían haber sido sustraídas de una farmacia o un hospital, según una nota de Associated Press. A comienzos de mayo, se decomisaron 60 frascos de fentanilo para uso medicinal en el estado de Querétaro.

Lo más asombroso de los recientes decomisos de fentanilo es las enormes cantidades confiscadas. En el aeropuerto de la capital se han detectado decenas de kilogramos anteriormente. Pero las razones que puede haber detrás de estos descubrimientos no se vislumbran de inmediato, y puede haber varias explicaciones.

En primer lugar, el hecho de que el primer decomiso de precursores proviniera de España indica que los traficantes pueden estar intentando hallar terceros países de trasbordo para hacer frente a los cierres fronterizos y las restricciones al transporte causados por el coronavirus, según Bryce Pardo, investigador de RAND Corporation, organización de investigación sin ánimo de lucro.

“Con menos tráfico comercial desde China en el momento, los traficantes pueden estar tanteando el terreno para ver qué otras rutas ofrecen más fácil acceso”, comentó Pardo. “Es mucho más rápido mover el producto por vía aérea que marítima”.

Elementos decomisaron varios kilos de fentanilo. Foto: Gobierno de México.

Los grupos criminales en México han demostrado una increíble adaptabilidad. Aun en medio de las restricciones más severas a la producción de fentanilo, impuestas el año pasado en China, país de origen de la gran mayoría de las drogas sintéticas y sus químicos precursores, las redes criminales lograron evadir esos controles, en parte con el desarrollo de nuevas variantes químicas.

El posible desplazamiento al tráfico aéreo también puede tener relación con la reciente decisión del Presidente Andrés Manuel López Obrador de poner al ejército al frente de las aduanas y el control de los puertos nacionales, que los grupos del crimen organizado han aprovechado durante años para mover desde químicos para la producción de narcóticos hasta para introducir cargamentos internacionales de drogas al país.

Sin embargo, Pardo advirtió que los traficantes siempre han hallado formas de esquivar dichos controles y es improbable que sean disuadidos por el cambio de personal.

“Solo en 2019, se importaron más de 19 millones de toneladas de carga legal que ingresó por el puerto de Lázaro Cárdenas en Michoacán. En medio de eso, es muy fácil ingresar ilegalmente unos cuantos kilos de drogas sin que sean detectados”, opinó.

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