El «jefe de jefes» de Cosa Nostra, la mafia siciliana, Matteo Messina Denaro, huido de la Justicia desde hace 27 años, fue condenado a cadena perpetua en contumacia por los atentados en 1992 que costaron la vida de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, y a sus escoltas.
AntilavadoDeDinero / EFE
El Tribunal de lo Penal de Caltanissetta, en Sicilia, en una sentencia difundida de madrugada, condenó a Messina Denaro por ser también uno de los responsables de estos atentados que fueron impuestos por el jefe de la familia de los Corleoneses, Totò Riina.
El llamado «jefe de jefes» y criminal más buscado de Italia, de 58 años, ya había sido condenado a cadena perpetua por los atentados de 1993 en Florencia, Roma y Milán en los que murieron diez personas, pero nunca había sido juzgado por las bombas que provocaron la muerte de los dos magistrados antimafia, la mujer de Falcone, Francesca Morvillo y ocho agentes de escolta.
El fallo del Tribunal siciliano es importante porque reconoce el papel de Messina Denaro, nacido en Castelvetrano (Trapani), en la llamada estrategia de los atentados de Cosa Nostra para presionar al Estado y que prueba su participación en los de 1992 reivindicados por Riina y las bombas de 1993, encargadas por otro jefe mafioso, Bernardo Provenzano.
Fue justo después de estos atentados que el «capo» de Cosa Nostra desapareció para siempre y sigue siendo un fantasma, protegido por una red de correligionarios que Italia no ha conseguido romper.
Durante este juicio, que comenzó en 2017, el Tribunal de lo Penal de Caltanissetta escuchó a decenas de colaboradores de la justicia, reconstruyendo los meses previos a los atentados que llevaron al homicidio de los magistrados Borsellino y Falcone,
Se reconstruyeron en las varias audiencias las dos reuniones, celebradas a finales de 1991, una en Enna y otra en Castelvetrano, durante las cuales se decidió la estrategia de los atentados.
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Dentro de esta espiral de terror que creó Cosa Nostra también los fiscales incluyeron el asesinato de Vincenzo Milazzo, jefe mafioso de la familia Alcamo, y su compañera Antonella Bonomo, asesinados el 14 de julio, pocos días después de la masacre de la calle d’Amelio, donde murió Borsellino.
Así como el atentado contra el periodista Maurizio Costanzo el 14 de mayo de 1993 y del que salió ileso.
El arresto de Messina Denaro es el gran asunto pendiente de las autoridades italianas y según los investigadores, desde la clandestinidad este jefe mafioso sigue impartiendo órdenes en Cosa Nostra, como prueban los «pizzini», los trocitos de papel con los que se comunican sus miembros, interceptados por la Policía italiana en los últimos años.