Un juez federal de un tribunal de Sao Paulo archivó una investigación en contra del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y su hijo, Luís Claudio Lula da Silva, en un caso por el supuesto lavado de dinero y tráfico de influencia, informaron fuentes judiciales.
Antilavadodedinero / Expansión
La acción penal fue archivada por el magistrado Diego Paes Moreira, quien acató los argumentos de la Fiscalía de que, a la época de los hechos, en 2011, Lula (2003-2010) ya no ocupaba ningún cargo público, por lo que «la supuesta solicitación de ventaja no procedió de la condición de agente público».
«El supuesto intercambio de favores no tenía por presuposición su presencia o la actuación en condición de Presidente de la República», consideró el juez en su decisión.
La investigación contra Lula y su hijo Luís Claudio tuvo inicio después de que el empresario Emilio Odebrecht y el ejecutivo Alexandrino Alencar firmaran un acuerdo de colaboración con las autoridades en el marco de la operación anticorrupción Lava Jato.
Los empresarios declararon que, a petición del exmandatario, aportaron recursos financieros para la empresa de Luís Claudio con el objetivo de impulsar su carrera.
Sin embargo, el magistrado citó en su decisión que los delatores no indicaron ningún acto «concreto», como la firma de contratos o la realización de pagos, que podrían tipificar la conducta investigada como delito de tráfico de influencia.
«Si no hay tipificación del crimen antecedente, por consecuencia, no hay lavado de valores», añadió Moreira.
Este es el séptimo proceso en el que Lula, condenado en dos ocasiones por corrupción, es absuelto o tuvo el caso archivado por la Justicia.
En una nota oficial, los abogados del expresidente celebraron la decisión y afirmaron que la apertura de la investigación tuvo como base «delaciones falsas o acusaciones sin materialidad».
Expresaron además que las dos condenas por corrupción y lavado de activos que pesan contra Lula, quien llegó a pasar entre rejas un año y siete meses por una de ellas, ocurrieron porque el exjefe de Estado no «tuvo el derecho a un juicio justo e imparcial».
«En las dos condenas impuestas a Lula por la Lava Jato de Curitiba no hay indicación de cualquier acto de oficio practicado por el expresidente», destacaron.
Lula, de 75 años, fue condenado en tercera instancia a 8 años y 10 meses por corrupción pasiva y blanqueo de capitales, tras haber sido hallado culpable de recibir un apartamento en el balneario paulista de Guarujá a cambio de favores políticos a la constructora OAS.
La otra pena que pesa sobre el exmandatario es de 17 años y un mes de cárcel en un caso muy similar e igualmente confirmada en la segunda instancia.