Aunque Rusia sigue aplicando la prohibición de los pagos con criptomonedas en el marco de una ley que entró en vigor en enero, el país no tiene previsto por el momento prohibir por completo el trading a sus ciudadanos.
Antilavado de Dinero / Cointelegraph.
Según una nota del 12 de octubre de la agencia de noticias local, Interfax, Alexey Moiseev, viceministro de Finanzas de la Federación Rusa, dijo que cree que los ciudadanos rusos podrán seguir comprando y utilizando criptomonedas fuera del país en exchanges extranjeros sin la amenaza de enfrentar acciones legales en el país. Los pagos con criptomonedas están actualmente prohibidos dentro del país, pero los rusos tienen permitido comprar y comerciar con criptomonedas como Bitcoin (BTC).
«Los ciudadanos rusos pueden tener una billetera abierta fuera de la Federación Rusa, pero si operan dentro de la Federación Rusa estarán sujetos a prohibiciones, creo, durante todo el futuro previsible, debido a nuestra soberanía financiera», dijo Moiseev.
El viceministro de Finanzas añadió que los legisladores todavía tienen que definir adecuadamente las monedas digitales y la tecnología Blockchain en el código civil de Rusia. El gobierno ruso ha afirmado que aceptar Bitcoin como moneda oficial podría afectar negativamente al sistema financiero y económico del país.
La posición de Rusia contrasta con la de China, donde las instituciones financieras y reguladoras han emitido repetidamente declaraciones y políticas en contra de los criptoactivos. Recientemente, el Banco Popular de China declaró que todas las transacciones de criptomonedas en el país eran ilegales, y antes de eso, los mineros de varias provincias huyeron cuando se enfrentaron a la represión de sus operaciones.
Sin embargo, algunos funcionarios rusos han afirmado que el uso de un rublo digital emitido por el banco central del país no plantearía los mismos riesgos financieros que BTC y otras criptomonedas. Anatoly Aksakov, presidente del Comité de Mercados Financieros de la Duma Estatal rusa, dijo el año pasado que una moneda digital del banco central ruso podría convertirse en una parte esencial de las liquidaciones nacionales en 2024.
