Los operadores que estaban bajo las órdenes de Domínguez Ramírez transportaron múltiples toneladas de cocaína desde Sudamérica a México, para después cruzarlas hacia EEUU. Según una acusación, este narco nacido en Tamaulipas compraba la mercancía ilícita a distintos carteles y la llevó a México en botes, aviones y vehículos comerciales. Luego pasaban los narcóticos ocultos en autos privados por las garitas fronterizas de California y Texas.
Antilavadodedinero / Univisión
“Domínguez compró cocaína de fuentes de suministro que se extendían desde el estado de Chiapas, en México, hasta Perú, incluidas fuentes en Guatemala, Honduras, Costa Rica, Colombia, Venezuela y Ecuador”, señala un comunicado del Distrito Sur de California de la Fiscalía federal.
La investigación que lo llevó hasta un penal de San Diego logró el decomiso de al menos cinco toneladas de cocaína y más de nueve millones de dólares que obtuvo de esa actividad. Nada hubiera logrado sin las alianzas estratégicas que hizo con carteles antagónicos, señala el Departamento de Justicia (DOJ).
“Este enjuiciamiento exitoso es la culminación de años de esfuerzos de investigación por parte de agentes especiales de HSI (la unidad de Investigaciones de Seguridad Nacional) y nuestros socios para descubrir y desmantelar las operaciones de tráfico de drogas de Domínguez», dijo en el comunicado Chad Plantz, encargado de la oficina de la HSI en San Diego.
Por su parte, Shelly S. Howe, titular de la DEA en esa ciudad, resaltó que este caso es un ejemplo de que el trabajo conjunto entre las agencias del orden “está teniendo un impacto positivo a nivel local y nacional interrumpiendo la cadena de suministro de drogas”.
El caso de Domínguez Ramírez está ligado al proceso penal contra el excomandante de la Policía mexicana Iván Reyes Arzate, con quien se reunió el 1 de noviembre de 2016 incluso sabiendo que ‘El Seguimiento 39’ era un fugitivo de la DEA.
En ese encuentro Reyes Arzate le advirtió al exmarine que un agente de la DEA había pedido su colaboración para arrestarlo. La DEA confiaba en este funcionario, pero este le mostró al capo una foto de vigilancia que le habían tomado en Cancún y la dirección de un departamento donde se ocultaban él y sus cómplices en la Ciudad de México. Incluso le dio el nombre de un restaurante donde los habían espiado varias veces, para ponerlo en alerta de que las autoridades lo tenían en la mira.
A cambio de esos detalles, alias ‘El Seguimiento 39’ se comprometió a entregarle datos para capturar o eliminar a los que eran los líderes del cartel del Golfo en Tamaulipas. Quería que en ese estado hubiera socios menos violentos, según la Fiscalía.
Reyes Arzate se declaró culpable de conspiración para importar cocaína en una corte de Nueva York a mediados de octubre.
Hay poca información sobre este veterano: que tiene las nacionalidades estadounidense y mexicana, y cojea al caminar debido a una lesión relacionada con su servicio militar.
El gobierno alega que usó su entrenamiento en los marines desde que se unió a los temidos Zetas, un cartel que fue formado por militares mexicanos de élite con el objetivo de proteger a la cúpula del cartel del Golfo. Se han dado pocos detalles sobre su tiempo en ese temible grupo.
Algunos de sus cómplices son Mario Alberto Marrufo Mata, alias ‘Alfil’; Jesús Barrera Gómez, apodado ‘Meridio’; Wong Hung NG, mejor conocido como ‘Mau’; Gilberto Gerardo ‘Lic’ Villalobos Zamora; y Carlos Flores Martínez, alias ‘Félix’.
Los fiscales mencionan que la investigación contra este veterano destapó «un nivel de corrupción sin precedentes dentro del gobierno mexicano, los departamentos de policía locales, las agencias policiales federales y el Ejército».
Lo arrestaron en México en 2016 y no está claro cuándo fue extraditado a California. Aún no se fija una fecha para su audiencia condenatoria.