En agosto de 2019, cuatro exaltos mandos de la guerrilla desmovilizada de las FARC regresaron a las armas en Colombia, formando un poderoso nuevo grupo armado que tenía como objetivo reunir a combatientes disidentes en todo el país. Más de dos años después, los líderes de la Segunda Marquetalia han sido diezmados y se enfrenta a enemigos de todos lados. ¿Puede aguantar mucho más tiempo?
Antilavado de Dinero / In Sight Crime.
En un video de 32 minutos, Luciano Marín, alias «Iván Márquez«, anunció la formación de la Segunda Marquetalia, diciendo que el gobierno había «traicionado… los acuerdos de paz» firmados en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), entonces el mayor grupo rebelde de Colombia.
El exsegundo al mando de las FARC, Márquez, estaba flanqueado por comandantes guerrilleros legendarios, entre ellos Hernán Darío Velásquez, más conocido como «El Paisa«, Seuxis Pausías Hernández, alias «Jesús Santrich«, y Henry Castellanos Garzón, alias «Romaña«. Todos ellos dieron credibilidad al mensaje de que el nuevo grupo representaría el verdadero legado de las FARC.
El grupo tomó el nombre del lugar de nacimiento de la antigua guerrilla, Marquetalia, un área rural en el departamento colombiano del Tolima, donde el grupo se creó en 1964.
En 2021, sin embargo, el grupo ya no estaba a la altura de su promesa. Aunque tenía una sólida presencia tanto en Colombia como en Venezuela, no había ganado la lealtad de muchos de los dispares grupos disidentes de las FARC, a los que InSight Crime se refiere como la ex-FARC Mafia.
Luego, en cuestión de meses, tres de sus cuatro principales comandantes fueron asesinados. Jesús Santrich fue baleado en Venezuela en mayo, mientras que El Paisa y Romaña fueron asesinados en dos ataques separados el 5 de diciembre, también en Venezuela.
Las muertes probablemente han debilitado gravemente a la Segunda Marquetalia, dejando a su comandante restante con pocas opciones. InSight Crime considera varias posibilidades para el grupo.
¿Quién asesinó a los líderes de las ex – FARC?
Son muchas las versiones sobre la muerte de los miembros de la Segunda Marquetalia.
En el caso de Jesús Santrich, el mismo grupo había confirmado que se trató de un ataque de comandos del ejército colombiano, según reportó CNN. Sin embargo, medios colombianos han señalado que se trataría de mercenarios o de las disidencias de las FARC no alineadas con Márquez.
Una investigación de InSight Crime explica cómo, en el último año, el gobierno venezolano junto la Segunda Marquetalia ha tratado de expulsar del estado venezolano de Apure a las disidencias del Frente 10 de las ex – FARC mafia, quienes se han convertido en un vecino incómodo para ambos lados. Por lo que no podría descartarse que la muerte de Santrich estuviera relacionada con esta disputa, así como la de sus colegas en armas.
En el caso de El Paisa y Romaña las versionas también varían. Según relató el director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas a el diario El Tiempo, El Paisa podría haber sido traicionado por la gente de la organización, debido a disputas por las caletas del grupo. En cuanto a Romaña, tampoco se descarta el involucramiento del Frente 10 de las ex – FARC mafia.
InSight Crime conoció una versión de una fuente disidente de las FARC que prefiere omitir su nombre por motivos de seguridad, sobre el posible involucramiento de un coronel del Ejército colombiano que presuntamente habría sido “secuestrado” en abril de este año podría haber estado colaborando con el Frente 10 de las ex – FARC y proporcionándoles inteligencia militar que contribuyó al éxito de las operaciones contra la Segunda Marquetalia . El medio la FM reportó una versión similar sobre policías y militares colombianos que presuntamente participaron en la muerte de Romaña. El 19 de diciembre, pocas semanas después de que El Paisa y Romaña fueran asesinados, el coronel fue liberado por disidentes de las FARC.
InSight Crime está trabajando para verificar esta versión de la historia.
¿Estás muertes marcan el fin de la Segunda Marquetalia?
Si bien es prematuro hablar del fin de la Segunda Marquetalia, las muertes de Romaña, El Paisa y Jesús Santrich sellaron el fin del sueño de Iván Márquez de ser el legítimo heredero del poder de las antiguas FARC.
Estos tres comandantes fueron figuras claves dentro de la guerrilla y, tras su rearme, representaron el ala ideológica y política de la antigua lucha armada dentro de la cúpula de la Segunda Marquetalia.
Estos asesinatos son la cúspide de un camino lleno de obstáculos que ha vivido la Segunda Marquetalia desde sus inicios.
Si bien algunos frentes rindieron lealtad a Márquez desde su anuncio de rearme en 2019, fueron pocos comparados con la fuerza disidente que venía creando Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte”, desde antes de la firma de los acuerdos de paz.
Sin estos líderes, es poco probable que la Segunda Marquetalia pueda consolidar su control sobre los territorios, las economías criminales y las alianzas dejadas atrás por las desmovilizadas FARC.
Ante esto, Márquez tiene pocas cartas para usar.
Iván Márquez teme por su vida
Tras conocerse las muertes de El Paisa y Romaña, surgió la pregunta por el paradero de Márquez y un mensaje claro: él puede ser el próximo.
Un medio colombiano, citando fuentes en los lados colombiano y venezolano de la frontera, afirmaron que el comandante de la Segunda Marquetalia está buscando proteger su vida en Venezuela negociando con caletas de dinero y cocaína.
Otros medios han afirmaron que había huido hacia Cuba, buscando llegar a Nicaragua, lo que generó tensiones diplomáticas entre el gobierno colombiano y sus homónimos cubanos. Días después, el director de la policía colombiana, general Jorge Luis Vargas, desmintió estas versiones, sin negar que Márquez estaría buscando abandonar el territorio venezolano.
A pesar de que Venezuela ha sido por décadas la retaguardia de las guerrillas colombianas, los recientes asesinatos hacen que ya no sea un lugar seguro para Iván Márquez. Con esto, perdería su principal centro de operaciones.
Márquez no solo carga con una sentencia de muerte anunciada en los recientes asesinatos de sus compañeros. También el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa por su captura de diez millones de dólares.
