La Fiscalía General de la Nación capturó a Óscar Moreno Ricardo alias Cachano o El Viejo, señalado como presunto responsable de sacar toneladas de clorhidrato de cocaína por el Pacífico colombiano hacia varios países de Centroamérica y Estados Unidos y llamado el «rey de los semisumergibles«.
Antilavadodedinero / Semana
De acuerdo con la entidad, Moreno tenía una orden de captura para ser extraditado y la Fiscalía, con el apoyo del CTI, la Policía, el Ejército Nacional y el agencia estadounidense DEA, lograron aprehender al llamado ‘rey de los semisumergibles’.
Una Corte Distrital de Estados Unidos para el distrito oriental de Texas requiere a alias Cachano para que responda por cargos relacionados con narcotráfico.
De acuerdo con la información recolectada por Estados Unidos, el ‘rey de los sumergibles’ empezó a delinquir en 2005. “Inicialmente, habría sido piloto de lanchas rápidas. Luego, obtuvo contactos con carteles mexicanos y grupos armados ilegales en Colombia, y asumió la logística y transporte marítimo de los cargamentos de cocaína al exterior”, informó la Fiscalía.
Hace cinco años, Moreno Ricardo empezó a construir semisumergibles donde movía hasta cinco toneladas de clorhidrato de cocaína hacia países de Centroamérica.
La Fiscalía informó que comunicará la captura a la Embajada de los Estados Unidos para que procesan con los trámites de ley.
Así cayó en Colombia el Pablo Escobar de Bolivia
Rumbo a Estados Unidos será enviado el capo transnacional del narcotráfico, de nacionalidad boliviana, Omar Rojas Echeverría, un hombre que en Colombia resulta poco conocido, pero cuyo prontuario lo ubica como uno de los más importantes traficantes de su país y la región. Este capo, en alianza con una red que tenía enlaces en Perú, Venezuela, Brasil, México y Estados Unidos, enviaba cientos de toneladas de cocaína y armas. Información de la DEA, en poder de SEMANA, señala que tenía estrechas relaciones en los más altos niveles del Gobierno de su país, donde es considerado una especie de Pablo Escobar.Jorge Roca Suárez, alias Techo de Paja, era un narcotraficante de vieja data, hizo negocios con Pablo Escobar en los años ochenta y conocía al dedillo el mundo criminal. Era el principal socio de Omar Rojas Echeverría. – Foto: policía Naciónal
La historia de Rojas Echeverría tiene de fondo una relación directa con Colombia, donde fue capturado, y cuenta con socios en el negocio del narcotráfico. Se trata de una triangulación y coordinación de vuelos hacia Centroamérica cargados con droga cuyo destino final era Estados Unidos. Nadie se explica cómo él, quien era un mayor de la Policía, se convirtió en uno de los más grandes traficantes de cocaína en la región. Se le señala del envío de por lo menos 100 toneladas y miles de armas.
La respuesta puede estar en las investigaciones de la DEA, en las que ha quedado documentado que Rojas Echeverría no solo tiene contactos en la agencia antinarcóticos de Bolivia, sino también en las altas esferas del Gobierno de su país.
SEMANA conoció en primicia un documento de la DEA en el que queda en evidencia esta triangulación para traficar drogas con complicidad de militares y miembros del Gobierno. En el informe se advierte que el exdirector de la Agencia Antidroga de Bolivia junto con Rojas Echeverría, quien había tenido un alto cargo en dicha entidad, “utilizaron sus cargos oficiales y conexiones para obtener acceso a aeródromos bolivianos con el fin de facilitar los cargamentos de cocaína en grandes cantidades”.
Su papel fue fundamental, señala la información de las autoridades, para “organizar la protección por parte de las fuerzas del orden de esos cargamentos de drogas”. Para identificar a los implicados en esta organización, fue clave la declaración de un informante que había trabajado en la agencia antidrogas y tenía una relación de vieja data con Rojas Echeverría.
En medio de las acciones ilegales que adelantó la organización, tuvo varias comunicaciones telefónicas, vía mensajería instantánea y reuniones personales, en las cuales quedaron registrados los planes para traficar cocaína. “A lo largo de las reuniones y conversaciones telefónicas (…), los acusados describieron sus extensas experiencias de narcotráfico y sus conexiones con los más altos niveles del Gobierno boliviano”, señala el documento.
Es un asunto que aún están investigando, pues la organización, a la que hacen responsable del envío de cerca de 100 toneladas de cocaína, operó entre principios de 2019 y finales de 2020, cuando fue desarticulada, y este es justo el periodo de transición entre el Gobierno de Evo Morales y Jeanine Áñez; las autoridades estadounidenses están aún tratando de establecer estos vínculos con precisión. Sin embargo, las alarmas están prendidas por la posibilidad de que, como sucede con Venezuela, haya una relación estrecha entre funcionarios, militares y el tráfico de drogas y armas.