Marineros desplegados para asegurar los desplazamientos durante el feriado del Eid al-Fitr hicieron la mayor incautación de cocaína en la historia de Indonesia tras encontrar paquetes de la droga flotando en el puerto, según la Marina.
Antilavadodedinero / Telemetro
Indonesia es un importante punto de tránsito del narcotráfico en el Sureste Asiático y tiene estrictas leyes antidroga. En ocasiones, los traficantes condenados son fusilados.
Los cuatro paquetes negros contenían 179 kilogramos (casi 400 libras) de cocaína por valor de 1,2 billones de rupias (82,6 millones de dólares) aparecieron flotando el domingo cerca del puerto de Merak en la isla de Java, según dijo el lunes el número dos de la Marina en una conferencia de prensa.
Lanzar los fardos al mar con una boya es una táctica común de los narcotraficantes, indicó el vicealmirante Ahmadi Heri Purwono. Era probable que los contrabandistas hubieran dejado las drogas en el agua cerca del puerto para trasladarlos con lanchas y que tuvieran vigilados los fardos cuando fueron confiscados por la Marina, señaló.
“Esta es una incautación espectacular de cocaína, dado su enorme valor y el impacto sobre la gente como resultado de las drogas ilegales”, dijo Purwono. No había detenidos y las autoridades seguían investigando el caso, señaló.
Los agentes que avistaron los fardos estaban entre los 5.000 efectivos desplegados de la Marina para asegurar los desplazamientos por el Eid al-Fitr. Millones de indonesios celebran el feriado que pone fin al mes sagrado islámico del Ramadán con viajes para visitar a sus familiares en otros lugares del gran archipiélago.
La oficina de Naciones Unidas contra la droga señala que Indonesia es un importante punto de contrabando debido en parte a que las redes internacionales de narcotráfico apuntan a su joven población. La Agencia Nacional de Narcóticos de Indonesia estima que hay 5,6 millones de consumidores de drogas en el país de 270 millones de personas.
La mayoría de las más de 150 personas en el corredor de la muerte en Indonesia están condenadas por delitos de drogas. En torno a un tercio son extranjeros. Las últimas ejecuciones fueron en 2016, cuando un indonesio y tres extranjeros fueron fusilados.
