Francia anunció este miércoles la captura de un alto responsable del Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS) en la frontera entre Mali y Níger, una operación en la que su fuerza antiterrorista desplegada en el Sahel llevaba varias semanas trabajando.
Antilavadodedinero / Swissinfo
La detención de Oumeya Ould Albakaye, que corrió a cargo de los militares de la operación Barkhane con medios aéreos y terrestres, se produjo en la noche del 11 al 12 y permitió requisar varios teléfonos móviles armas y «numerosos recursos», destacó en un comunicado el Estado Mayor del Ejército francés.
Este hombre era el jefe del EIGS para Gourma en Mali y para Oudalan en el norte de Burkina Faso y, según el Estado Mayor, había organizado varios ataques contra fuerzas militares en Mali, en particular en Gao.
Se encargaba de las redes terroristas que ponían artefactos explosivos improvisados en los ejes de circulación que utiliza la operación Barkhane para su repliegue fuera de Mali.
También llevó ataques de represalia contra la población en Mali y Burkina Faso, siempre de acuerdo con las fuentes francesas, que insistieron en que su captura supone «un nuevo éxito» para Barkhane que «continúa la lucha contra los grupos armados terroristas» pese a su salida de Mali.
Además, «desestabiliza de nuevo el alto mando del EIGS» en la zona de las fronteras después de varias operaciones que se llevaron a cabo a finales de 2021 y comienzos de 2022.
Los militares de Barkhane se están retirando de las bases militares de Mali en las que ha estado presente estos últimos años por las fricciones entre París y las autoridades de la junta militar salidas del último golpe de Estado en ese país africano.
El lunes, Francia entregó a las Fuerzas Armadas de Mali (FAM) la base de Ménaka, la segunda de las tres en las que ha tenido tropas. El abandono de la última, la de Gao, se producirá «al final del verano».