En el marco de la conmemoración del Primer Grito de la Independencia de Ecuador, el presidente Guillermo Lasso destacó el trabajo de la Policía y las Fuerzas Armadas contra el narcotráfico. Y destacó que su gobierno ha roto récords en la incautación de droga. “A muchos les duele nuestro trabajo, a muchos políticos les duele en sus bolsillos las 300 toneladas de drogas incautadas en un año”.
Antilavadodedinero / Ecuavisa
Las autoridades rindieron homenaje a los próceres independentistas que el 10 de agosto de 1809 destituyeron a las autoridades españolas de Quito y conformaron la Junta Soberana de Gobierno.
Las celebraciones comenzaron en la Plaza de la Independencia, en el centro histórico de Quito, donde Lasso lideró el cambio de guardia de los granaderos de Tarqui, la emblemática unidad militar que participó en la independencia y que ahora resguarda el Palacio de Carondelet, la sede del Ejecutivo.
Con la casa presidencial engalanada de los colores de la bandera ecuatoriana, Lasso afirmó que “este es un día especial para los ecuatorianos al recordar la memoria de nuestros héroes que lucharon por nuestra libertad; para la construcción de una república independiente».
Seguidamente, el mandatario colocó una ofrenda floral en el monumento de la Plaza de la Independencia junto a otras autoridades del país, como el ministro de Defensa, Luis Lara.
Luego, las celebraciones se trasladaron a la Escuela Militar Superior Eloy Alfaro, donde Lasso reiteró su respaldo a las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
«Nada mejor que reconocer su trabajo en un día como este», dijo durante su discurso.
«Tengan la certeza de que el Gobierno los respalda en sus acciones y está pendiente de sus necesidades más urgentes», apuntó Lasso, que insistió en su compromiso de modernizar a las Fuerzas Armadas con equipos, tecnología y capacitación para enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y el contrabando.
Y destacó que su gobierno ha roto récords en la incautación de droga. “A muchos les duele nuestro trabajo, a muchos políticos les duele en sus bolsillos las 300 toneladas de drogas incautadas en un año”.
Según el presidente, el Gobierno no se va a amedrentar ante las amenazas. “Vamos a continuar con esa tarea de extirpar de la sociedad la violencia generada por el narcotráfico y el crimen organizado transnacional”, dijo.
Más enfático fue el ministro de Defensa Nacional, Luis Lara, quien volvió a defender la actuación de las fuerzas del orden en las últimas protestas acontecidas en junio, que paralizaron el país durante 18 días y dejaron 6 fallecidos, entre ellos 5 manifestantes y un militar.
El titular de la cartera de Defensa Nacional advirtió que «superar los hechos de junio no implica olvidar lo sucedido, sino aprender de sus lecciones para no repetir los errores que ya han resultado trágicos en el pasado».
«Para los ecuatorianos resulta incomprensible el afán de ciertos sectores políticos de proteger a los violentos, de encubrir el terrorismo, de atentar contra la democracia y debilitar la acción del Estado para combatir el crimen, el narcotráfico y la subversión», afirmó Lara.
El ministro del Interior, Patricio Carrillo, a quien una mayoría legislativa pretende destituirlo, ha insistido en que las fuerzas del orden no usaron un tipo de armamento letal en las protestas, durante las cuales se viralizaron en redes sociales imágenes de manifestantes con escopetas.
Las protestas cesaron cuando el Gobierno aceptó rebajar en 15 centavos de dólar por galón (3,78 litros) los precios de los combustibles subsidiados y derogar un decreto que promovía la actividad petrolera, especialmente en la Amazonía.
Para el resto de los diez puntos del pliego de demandas, el Gobierno y el movimiento indígena que promovió las movilizaciones establecieron un proceso de diálogo que está en ejecución actualmente y que debe culminar a mediados de octubre.