De acuerdo con oenegés como el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz —Indepaz—, en el país han sido perpetradas más de 70 masacres, teniendo como epicentro de esta barbarie los departamentos Nariño, Cauca y Norte de Santander.
Antilavadodedinero / Infobae
Sumado a eso, actores armados han asesinado a 1351 líderes y lideresas sociales desde la firma del Acuerdo Final de Paz; de esos casos, 124 ocurrieron solo durante este año.
Detrás de estas muertes y masacres hay varios agentes armados, todos ellos con un objetivo común: tener control territorial y de las rutas del narcotráfico que se disputan no solo bandas locales, sino carteles trasnacionales. Los mexicanos están en ese grupo, de hecho, configuran los actores que representan más peligro para las comunidades en zonas donde el tráfico de drogas tiene una alta influencia, siendo los posibles autores de muchas de las muertes conocidas por el país.
En los últimos meses ha existido la teoría de que los carteles mexicanos están ganando terreno en Colombia, incluso, el presidente Gustavo Petro ha advertido incluso desde el gobierno de Iván Duque sobre la presencia de estas bandas. Incluso, en 2020 cuestionó que buena parte de las ganancias de esos actores se haya invertido en la política nacional.
Pero lejos de disputarse el territorio nacional con bandas locales, lo que han hecho estas estructuras norteamericanas es negociar las compras con las principales bandas de acá, especialmente el Clan del Golfo.
En esa medida, también han tenido que relacionarse con estructuras como las disidencias de las extintas Farc, los Pelusos y los Caparros. De acuerdo con Semana, hacen lo mismo con otras bandas delincuenciales como Los Rastrojos, con alta injerencia en Antioquia y el Eje Cafetero, y Los Pachelly, con fuerte presencia en la misma zona del occidente colombiano.
Sin embargo, las mexicanas no son las únicas estructuras extranjeras en Colombia: mucho se ha hablado en las últimas semanas del terreno que ha ganado el Tren de Aragua, banda criminal de Venezuela que también estaría presente en Perú y Chile; y el Cartel de los Soles, que de acuerdo con organizaciones como InSight Crime, hace referencia a los grupos de corrupción y narcotráfico que hay dentro de las fuerzas armadas del gobierno de Nicolás Maduro.
Sobre esta red, el gobierno de Estados Unidos ha expedido un total de diez órdenes de captura contra funcionarios de ese país. También, en Colombia estarían presentes emisarios de La Cosa Nostra y Ndrangheta, de la siempre temida mafia italiana.
Ahora, con respecto a los carteles mexicanos, se escucha mucho en los territorios —según el medio citado— que están presentes integrantes del Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y los Zetas, temidos en su país y con una robusta red para el envío de cocaína desde Centroamérica hacia Europa y Estados Unidos.
Según pesquisas de antinarcóticos, estos grupos compran el ilícito en el Caribe Colombiano y la pasan por la frontera con Venezuela para enviarla hacia México, y de ahí a Estados Unidos.
Las otras dos estructuras acaparan las fronteras del suroccidente colombiano, concretamente los corredores del Pacífico, incluyendo Cauca, Valle del Cauca y Chocó, siendo las Autodefensas Gaitanistas de Colombia —como también se le conoce al Clan del Golfo—, el principal proveedor de estas estructuras.
