Especialistas consideran que para el gobierno de Joe Biden no basta con la cooperación de México para frenar la migración, ahora está presionando para dar resultados en materia de seguridad, especialmente contra el aumento del http://fentaniloen la frontera.
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Aunque los temas son economía, desarrollo y migración, la violencia que genera el tráfico de drogas será un tema en la conversación que sostendrá el secretario de Estado, Antony Blinken, con el presidente López Obrador, y es que para los analistas el gobierno de Joe Biden está inconforme por la “pasividad” de la administración morenista frente al crimen organizado y el trasiego de drogas, particularmente el fentanilo; mientras, del lado mexicano la molestia la genera el escaso decomiso de armas que hacen autoridades estadounidenses y porque se asegura que, en materia de tráfico de sustancias, es México quien está poniendo los muertos.
Especialistas en la relación México-Estados Unidos explican la violencia siempre ha sido un tema delicado entre ambos países, sin embargo, ante el repunte en el flujo de migrantes con destino a tierras estadounidenses, a ese país le bastaba la cooperación del gobierno mexicano para el control migratorio, pero ya no más.
Acciones como una gira por estados violentos del Embajador Ken Salazar, son muestra de que Estados Unidos está preocupado por los niveles de violencia en México.
“Es evidente que al gobierno de Estados Unidos le parece que el mexicano no está haciendo lo suficiente en materia de seguridad, le gustaría más.
Al gobierno norteamericano le gusta cuando hay detenciones de capos, aunque no impactan en la criminalidad y la violencia, pero Estados Unidos puede presumir y capitalizar mediáticamente”, sostiene José Andrés Sumano, profesor del Colegio de la Frontera Norte (Colef).
La relación entre Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden inició entre desconfianzas y rispideces . La detención del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, por supuestos delitos relacionados con narcotráfico, causaron molestia al gobierno de México, quien respondió poniendo límites a la actuación de agencias estadounidenses de seguridad.
En el año y medio de trato, ambos gobiernos han llegado a acuerdos en materia de seguridad, como decirle adiós al Plan Mérida y sustituirlo por el Entendimiento Bicentenario, en el cual se comprometieron a combatir el tráfico de armas y de personas, atención a delitos de alto impacto como homicidio doloso, ayudar a personas con problemas afectadas por opioides, así como desmantelar estructuras financieras del crimen organizado.