El vicepresidente de los Estados Unidos aseguró, hace solo unos días, que la frontera sur de los EE. UU. es “segura”. Su comentario no solo recibió un fuerte rechazo de los legisladores y los agentes y agencias fronterizos, sino que el pueblo estadounidense no compra su retórica.
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Una encuesta publicada el jueves por RMG Research muestra que la mayoría de los estadounidenses “creen que los cárteles tienen más control sobre la frontera sur que el gobierno de Estados Unidos”.
Sesenta y uno por ciento de los votantes registrados encuestados dijeron que los cárteles tenían un mayor control de la frontera, en comparación con el 19 por ciento que dijo que el gobierno tiene más control. El veinte por ciento de los encuestados “no estaba seguro”.
Informes de revisión nacional :
La encuesta encuestó a 1200 votantes registrados del 20 al 21 de septiembre y fue realizada en línea por Scott Rasmussen. El margen de error es de +/- 2,8 por ciento.
La mayoría de los votantes encuestados, el 54 por ciento, respondió que el gobierno federal no está “intentando seriamente asegurar la frontera y reducir la inmigración ilegal”.
El sesenta por ciento de los votantes dijo que el “fracaso del gobierno federal para asegurar la frontera sur” es un problema mayor que los gobernadores como Ron DeSantis que envían inmigrantes ilegales a Martha’s Vineyard, y el 63 por ciento dijo que es “hipócrita” para las ciudades santuario, como Martha’s Vineyard. , para quejarse cuando se envían inmigrantes ilegales allí.
Otra encuesta de CRC Research obtenida exclusivamente de National Review mostró que el 63 por ciento está de acuerdo en que las ciudades santuario como Chicago, la ciudad de Nueva York y Washington, DC deberían compartir la carga de tener inmigrantes ilegales con los estados fronterizos.
La hipocresía desenfrenada de los legisladores demócratas quedó en evidencia después de que el gobernador de Florida, Ron DeSantis, enviara a 50 inmigrantes ilegales a Martha’s Vineyard, el destino de vacaciones liberal en Massachusetts.
En 24 horas, los legisladores demócratas en Martha’s Vineyard criticaron al gobernador de Florida por ser “cruel”, luego les dieron refugio y comida a los inmigrantes ilegales, antes de subirlos a los autobuses y llevárselos; librar a su ciudad de los onerosos inmigrantes que dicen apoyar.
La alcaldesa de Washington, DC, Muriel Bowser, también ha dicho que su ciudad “no es una ciudad fronteriza”, “no es Texas” y no tiene la infraestructura para manejar este tipo y nivel de inmigración a nuestra ciudad”.
La encuesta también muestra que los votantes creen que es importante acabar con la inmigración ilegal. El 83 por ciento de los encuestados dijo que era importante, el 55 por ciento dijo que tendría un efecto positivo en la economía y el 44 por ciento dijo que “reduciría significativamente el crimen”.
