El comisario de policía Anderson Torres, que con el fin del Gobierno de Bolsonaro dejó de ser ministro de Justicia, ha sido detenido este sábado por la mañana en relación con el asalto bolsonarista de los tres poderes el pasado domingo en Brasilia.
antilavadodedinero / elpais
Torres era el secretario de de Seguridad Pública de la capital cuando la turba invadió las instituciones en el día en que Luiz Inácio Lula da Silva cumplía una semana en la Presidencia. El amago golpista le pilló de todos modos en Florida, a donde viajó con su familia de vacaciones.
El exministro se ha entregado en el aeropuerto capitalino nada más tomar tierra el vuelo que lo traía de Estados Unidos. El Tribunal Supremo, que el viernes ordenó también investigar al expresidente Jair Bolsonaro por los actos antidemocráticos, acusa a Torres “por connivencia dolosa” con los golpistas.
La policía registró esta semana la casa del exministro de Justicia Torres y localizó entre sus pertenencias un borrador de decreto presidencial que proponía colocar el Supremo en un estado de excepción que permitiría al Gobierno intervenirlo y revertir el resultado de los comicios, que Lula ganó a Bolsonaro por los pelos. El sospechoso explicó entonces vía Twitter que el texto de la minuta había sido sacado de contexto.
El juez del Tribunal Supremo Alexander de Moraes, que dirige las investigaciones judiciales y policiales por la invasión a la Presidencia, el Congreso y la máxima corte, acusa al político y antiguo jefe policial de connivencia y omisión. Miles de bolsonaristas marcharon nueve kilómetros a pie desde el cuartel general del Ejército, donde pedían un golpe, hasta el corazón político y judicial de Brasil en una manifestación que la policía militar escoltó y que a las puertas de los edificios de volvió violenta.
Superaron fácilmente las frágiles barreras policiales y entraron a las bravas destrozando todo lo que se toparon a su paso, incluidas valiosas obras de arte.
Como es comisario de policía, Torres no ha sido internado en una prisión para presos preventivos sino que ha sido trasladado a un cuartel de la Policía Militar a las afueras de Brasilia. Allí estará por tiempo indefinido hasta que sea condenado.
La tarde de la invasión, cuando se supo que el máximo responsable político de velar por la seguridad pública en la capital estaba de vacaciones y parte de los policías presentes estaban más interesados en ayudar a los asaltantes o fotografiarse con ellos, el gobernador, otro bolsonarista, destituyó a Torres. El propio gobernador, Ibaneis Rocha, fue apartado del cargo por el Supremo al día siguiente.