La operación salpica al magnate venezolano José Rincón y a un gestor suizo implicado en otro saqueo a PDVSA de 4.200 millones de dólares. Parte del dinero de esta operativa acabó en Bahamas y Curaçao.
antilavadodedinero / vozpopuli
La UDEF ha desvelado un nuevo episodio de presunto blanqueo en PDVSA. La Policía ha constatado que el exmilitar venezolano Said Cabrera Abraham, el magnate detenido en España José Roberto Rincón y un financiero suizo ligado al chavismo están detrás de una operativa que se gestó en 2014 relativa a venta de sistemas de seguridad para la petrolera estatal por 80 millones de dólares.
Así se desprende de un informe de la UDEF remitido a la causa abierta en la Audiencia Nacional que investiga el presunto saqueo de la joya de la corona de Venezuela. En el oficio, al que ha tenido acceso Vozpópuli, los agentes detallan la confabulación de esta actuación en PDVSA con la que se desviaron, al menos, 7 millones de dólares que terminaron en Bahamas y Curaçao.
Los principales implicados en esta operativa son viejos conocidos del chavismo. Entre ellos se encuentran también los hermanos argentinos Diego y Sergio Gustavo Marynberg, muy ligados a la esfera de Nicolás Maduro.
Los hechos tuvieron lugar entre abril y julio de 2014, un año después de la muerte de Hugo Chávez. La operación se gestó para lograr la adjudicación por parte de PDVSA de un proyecto de seguridad de Avigilon; empresa canadiense especializada en cámaras de vigilancia y software de vídeo. Petróleos de Venezuela eligió para ello a Plymouth Oversea, firma detrás de la cual se encontraba el entonces militar venezolano Said Cabrera Abraham, a quien la Inteligencia Financiera puso en el foco por una «operativa sospechosa» en España en 2014.
Los Rincón y PDVSA
Participa en la empresa con Carmen Julia Gómez, venezolana residente en España, que aparece como receptora de los fondos finales desviados, pero que no intervino de manera directa en la operación. La UDEF explica que esta firma (que tuvo ramificaciones en Texas y en Panamá) se creó «ad hoc» para esta actuación concreta y que es «sorprendente» que PDVSA la terminara escogiendo para un proyecto tan ambicioso pese a su escaso capital y su nula trayectoria.
Al respecto, la UDEF desvela que para la operación participaron nombres conocidos en el presunto desfalco de PDVSA e incluso les sitúa como cerebros de la misma. Entre ellos se encuentra la familia Rincón. En concreto, destaca el empresario venezolano afincado en España José Roberto Rincón, por ser el único de todos los señalados por la UDEF que está investigado en las diligencias en las que ahora se presenta su oficio.
La cuenta de la empresa del exmilitar venezolano recibió inyecciones millonarias de la familia Rincón y de dos empresarios de la órbita de Maduro. El dinero pasó por España pero terminó en Bahamas
Este empresario bolivariano sería el que habría liderado en la sombra las negociaciones con la canadiense Avigilon. Los agentes destacan cómo pese a que la firma que se escogió era la de Carmen Gómez y del exmilitar venezolano, ellos no tuvieron contacto con la empresa externa, sino que fueron los Rincón quienes cerraron los acuerdos. De hecho, apuntan que Rincón hijo actuó en España de forma muy similar a su padre, el magnate del petróleo Roberto Rincón, quien se declaró culpable en Estados Unidos por un desvío millonario de fondos de PDVSA.
Al parecer, se trata de un ‘modus operandi’ que ya repitió en episodios anteriores, según desvela la Policía en este informe. Intermediaba para que las empresas licitadoras se hicieran con el proyecto y, a cambio, se convertía en su proveedor. La investigación que se sigue en Estados Unidos contra su padre pone de manifiesto que, a cambio, funcionarios de PDVSA «recibían grandes cantidades en cuentas extranjeras» que abonaba este magnate.
¿Contrato falso?
Las diligencias han puesto de manifiesto que los Rincón remitieron desde la firma familiar Tradequip C.A cerca de 1 millón de dólares a la cuenta bancaria en España de Gómez y Said Cabrera. Esta cuenta se abrió en una sucursal de Caixa Geral en Lalín (Pontevedra) y se convirtió en epicentro de la actuación sospechosa de corrupción. Apenas un mes después de canalizar el millón de dólares de los Rincón, Plymouth Oversea recibió inyecciones cercanas a los 7 millones de dólares desde Adar Latam High Income Fund LTD.
Se trata de una mercantil constituida en las Islas Caimán y detrás de la que se encuentran dos empresarios muy vinculados a Nicolás Maduro: los hermanos argentinos Diego Adolfo y Sergio Gustavo Marynberg. Para justificar esta transferencia aportaron contrato de línea de crédito, aunque la UDEF sostiene que «contiene errores que trascienden de meros formalismos en su redacción».
Finalmente, el último de los movimientos que levantaron la sospecha de la Policía reside en la firma de un contrato entre la empresa del exmilitar venezolano (Plymouth Oversea) e Inversiones Precofin. Con este acuerdo pretendían «respaldar las cantidades recibidas en España» y sustentar la licitación de PDVSA. De hecho, Precofin fue la que se encargaría de presentar los documentos ante el Gobierno de Maduro para conseguir la licitación de 80 millones de dólares.
Desvío de 7 millones
Sin embargo, también se benefició de la gestión, ya que parte de los fondos repartidos fueron a una cuenta de esta firma en Curçao. No obstante, el grueso de los 7 millones transferidos por los hermanos argentinos terminó en Bahamas. «Esto sin duda apunta en el sentido de que pese a que Carmen Julia Pérez recibió los 7 millones de dólares a título personal, el dinero desde el principio iba a ser destinado a la realización de las actividades de esta sociedad», explica la UDEF.
En la ecuación hay que añadir también a Charles Henry Du Boscq de Beaumont. Se trata de uno de los gestores favoritos entre los oligarcas del chavismo y que trabajó previamente en el banco suizo CBH. Se da la circunstancia de que este financiero coincidió en dos filiales panameñas de Plymouth Oversea, la empresa del exmilitar venezolano.
Como ocurre con el resto de salpicados en esta operación, De Beaumont ya estuvo en el foco de la Justicia al verse involucrado en «una operativa de desfalco a gran escala de PDVSA por un montante superior a los 4.500 millones dólares en el año 2012«. Según la UDEF, la misma derivó en una detención en Venezuela en el inicio de una investigación internacional para esclarecer los hechos.