Elizabeth Meza Rodríguez, editora de El Empresario quién está especializada en emprendimiento, pymes, creación de negocios, management y liderazgo., dijo que a pesar de que 97% de los ejecutivos asegura que la integridad es importante para la organización, el 36% ha recibido sanciones relacionadas a comportamientos no íntegros, revela un estudio realizado por EY.
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Lo anterior representa un aumento del 32% comparado con el 2020, señala el Informe de Integridad Global 2022 de EY.
De acuerdo al estudio, los principales riesgos de integridad son: el fraude, soborno y corrupción, que representan 37% de los casos, seguidos de la pandemia (36%) y los ataques cibernéticos (27%).
Para José Figueira, Socio de Riesgos de Integridad para EY México, las organizaciones no deben creer que diseñar una cultura de integridad será una solución rápida, aunque es una buena señal el que estén invirtiendo más recursos en programas de comunicación y capacitación.
Comportamiento poco ético y altos mandos
Además, el comportamiento poco ético en la organización se tolera cuando están implicadas personas senior o de alto rendimiento, así lo dan a conocer 40% de los miembros de las juntas directivas.
“Aproximadamente la mitad de los miembros de las juntas directivas (52 %) y de los altos directivos (47 %) encuestados están de acuerdo en que hay directivos dentro de su organización que sacrificarían la integridad por un beneficio económico a corto plazo”, destaca Arpinder Singh, EY Global Markets and India Forensic & Integrity Leader.
De hecho, 13 % de los miembros de las juntas directivas admite que ofrecería o aceptaría un soborno, y el 14 % dice que falsificaría los registros financieros.
Singh puntualiza en la importancia de crear una cultura de integridad en la que se apoye y recompense el comportamiento ético, esto “puede ayudar a reducir el riesgo normativo, mejorar la moral de los empleados y fomentar la confianza de los stakeholders en la capacidad de una empresa para cumplir sus promesas”.
4 acciones a implementar
Las organizaciones requieren incorporar el valor de la integridad en la visión estratégica de las compañías, ello permitiré desarrollar negocios más sólidos y mantener la ventaja competitiva a largo plazo, así como ofrecerá más valor a los accionistas.
EY recomienda cuatro acciones claves que ayudan a mantener una cultura de integridad:
- Establecer un liderazgo coherente: La integridad requiere extenderse desde los niveles más altos hasta las bases de la organización, esto incluye a todos los niveles de la junta directiva y de los promotores, hasta la C-suite.
- Contratar a personas que apoyen una cultura de integridad: Capacitar y brindar las herramientas correctas para que los colaboradores vivan los valores de la organización dentro de su propio marco de creencias y sepan tomar las decisiones correctas.
- Desarrollo de indicadores de rendimiento: Medirla integridad y vincular el rendimiento a la remuneración, la promoción y la sucesión.
- Fomentar la cultura de comunicación: Brindar la confianza para denunciar irregularidades, pues el 31% de las personas no denuncia las infracciones porque teme por su seguridad.
A pesar de que cada vez más empresas buscan mejorar la integridad de la organización, aún queda mucho por hacer, y pasar del dicho a la acción, por ello es importante considerar la integridad como algo más que un ejercicio de cumplimiento o de gestión de riesgos e implementar una gobernanza corporativa sólida en toda la organización.
