El expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) ha buscado desacreditar a la Justicia, a la que ha acusado de parcial en un mitin en Waco (Texas), justo cuando podría ser imputado en Nueva York en un caso por el supuesto pago de un soborno a la actriz porno Stormy Daniels, con la que tuvo un «affaire».
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«¡No tienen nada (contra mí)!», ha clamado un Trump rabioso ante la multitud concentrada para verle en el Aeropuerto Regional de Waco, donde se ha presentado como una víctima de la Justicia y ha arremetido contra los abogados que llevan su caso en la Fiscalía de Distrito de Manhattan, a los que ha insultado y ha tachado de «escoria».
Ha asegurado sin pruebas que la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Dragg, está prevaricando y actúa bajo la dirección del Departamento de «Injusticia» del país para intentar imputarlo de algo, según él, que no constituye un delito.
De hecho, ha ido aun más lejos y ha afirmado de manera infundada que el Departamento de Justicia ha mandado «operativos» a la oficina del fiscal para garantizar que «se hacen cargo de Trump» y que terminan lo que no «lograron hacer» en Washington.
Atribuye las causas abiertas contra él a una conspiración demócrata
Y es que el expresidente ha atribuído esta y otras causas abiertas contra él a una conspiración de los demócratas para que no se presente a los comicios de 2024.
La investigación de la fiscalía de Nueva York, que ha durado casi cinco años, se centra en el supuesto pago por parte del equipo de Trump de 130.000 dólares a Daniels durante la campaña electoral de 2016 que le encumbró en la Presidencia, a cambio del silencio de la actriz porno sobre una relación sexual que tuvieron en 2006.
El caso está ahora en manos de un gran jurado, que debe decidir si imputa o no al exmandatario.
Se convertirá en el primer expresidente de EE.UU. en enfrentar un cargo penal
Si Trump es acusado se convertirá en el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar un cargo penal.
El exgobernante se metió también con Daniels durante el mitin de este sábado, a la que ha llamado «cara de caballo» y de la que ha asegurado que nunca le gustó y que para él la única mujer siempre ha sido «la gran primera dama», en referencia a su esposa, Melania Trump.
El magnate neoyorquino no ha dejado títere con cabeza y ha criticado, además, al Tribunal Supremo por decidir en noviembre pasado que sus declaraciones de impuestos no se mantuvieran en secreto, como había solicitado él mismo.
Como consecuencia de ese fallo, a finales de 2022 el Congreso publicó sus declaraciones al fisco durante los seis años previos, incluidos los de su mandato.
A este respecto, Trump dijo que «cada pieza» de su vida financiera y de negocios ha sido «diseccionada» como la de nadie en el país: «Algo que se supone que no tendría que haber pasado», apuntó.
También ha censurado al Supremo por «no haberse atrevido» a declarar inválidas las elecciones de 2020, en las que perdió frente al demócrata Joe Biden y que el entonces presidente republicano denunció sin pruebas que habían sido amañadas por los progresistas.
Trump, que no ha parado de ser jaleado por sus partidarios en Waco, también ha lamentado que su exabogado Evan Corcoran tuviera que prestar declaración el viernes ante otro gran jurado federal, esta vez en Washington DC, por el caso de los documentos clasificados hallados en la mansión en Florida del exmandatario.
En este punto, ha vuelto a acusar a la Justicia de parcial y ha señalado que los únicos letrados que tienen que comparecer ante grandes jurados investigadores son los de los republicanos.
Aquí, ha arremetido contra los demócratas, de quienes ha indicado que están intentando convertir a la Justicia en un arma política.
Si vuelve a la Casa Blanca acabará «muy pronto» con la guerra en Ucrania
Más allá de sus problemas en los tribunales, el expresidente ha dedicado buena parte de su discurso a algunos de sus temas favoritos.
Como suele hacer en sus mítines, se ha quejado de las políticas «comunistas» de los demócratas y de la gestión por parte de la Administración de Biden de la competencia con China, de la retirada de Afganistán y de la frontera con México, donde ha subrayado que hay «una invasión» y reina la inseguridad.
Sobre este asunto, anticipó que si es elegido presidente en 2024 expandirá el muro en la frontera sur del país.
Asimismo, ha anticipado que si vuelve a la Casa Blanca acabará «muy pronto» con la guerra en Ucrania y ha presumido de su buena relación con el presidente ruso, Vladímir Putin, cuando ocupaba la Casa Blanca.
Trump había promocionado este mitin en Waco como el primero de su campaña electoral para los comicios del próximo año, si bien es cierto que este no es el primero desde que se postuló en noviembre como candidato a la nominación republicana para la Presidencia de EE.UU.
30 aniversario del asedio policial a un rancho de Waco
El mitin se produce cuando se cumple el 30 aniversario del asedio policial de la granja de Waco que terminó en una masacre, cuando 76 miembros de la secta de los davidianos fallecieron por un incendio causado por su autoproclamado mesías cuando los agentes procedían a desalojarlos el 19 de abril de 1993.
La campaña de Trump no ha vinculado la elección de Waco para este mitin con el aniversario, aunque el lugar es simbólico, ya que la tragedia polarizó en gran manera al país en su momento y todavía hoy suscita teorías conspiratorias instigadas en muchos casos por simpatizantes de extrema derecha del expresidente republicano.