Luego del pronunciamiento del Tribunal Constitucional en contra de un requerimiento presentado por Chile Vamos, la Ley contra el Narcotráfico quedó en condiciones de ser promulgada.
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Se trata de una herramienta que busca perseguir el crimen asociado al tráfico de estupefacientes, cuyas consecuencias la están sintiendo miles de personas a lo largo del territorio nacional con balaceras y asesinatos entre bandas rivales que se disputan los territorios, con drogas que inundan las poblaciones.
Solo en la Región Metropolitana, se estima que más de un millón de capitalinos vive en varios dominados por los capos de las drogas, consecuencia de años de inacción del Estado para frenar estos grupos criminales que ahora son más poderosos gracias al dinero obtenido por el negocio ilegal, y con más poder de fuego debido al uso de armamento de mayor envergadura.
Esta ley, en lo más sustantivo, buscar golpear el negocio del narcotráfico en lo más sensible: el dinero. En la práctica, ahora será posible el comiso de bienes y ganancias por la venta de las sustancias ilícitas, incluso a la necesidad que los casos tengan una condena a firme.
Además, los recursos provenientes del lavado de dinero serán destinados a fortalecer la investigación y persecución de las policías, al aumentarse la fiscalización a la denominada ruta del dinero que ahora campea sin contrapeso alguno. Por lo mismo, la Unidad de Análisis Financiero será reforzada y podrá fiscalizar nuevos tipos de empresas, además de acciones como la compra ventas de autos, joyas, equinos, entre otros.
Por otro lado, en una faceta no menos significativa, la normativa sanciona a quien administre a alguna persona, sustancias ilícitas sin su consentimiento. Las penas, en este caso, pueden llegar a presidio mayor en sus grados mínimo a medio (5 años y un día a 15 años) si se usa violencia o intimidación para administrar u obligar el consumo.
Asimismo, se castiga a quien suministre a menores de 18 años productos que contengan solventes o gases inhalantes capaces de provocar daños a la salud o dependencia física o psíquica. Para ellos, la pena va desde los 3 años y un día a 10 años, más multas de 80 a 400 UTM (entre 5 a 25 millones aprox.).
Otro punto, es que, si algún delito relacionado a las drogas se cometió valiéndose de un menor de 18 años o personas exentas de responsabilidad, se aumenta en un grado la pena. A su vez, la pena aumentará en dos grados, cuando se proveyere de armas de fuego a menores de edad para alcanzar fines delictivos.
Sin duda que se trata de un avance importante en esta batalla diaria contra el narcotráfico que está enquistado como un cáncer maligno en las poblaciones de los barrios populares, buscando entre sus consumidores a niños y jóvenes. Sin embargo, hay queda mucho por avanzar.
Es fundamental que se otorgue a las policías de las herramientas necesarias – tecnológicas, logísticas y de personal – para aumentar las incautaciones de drogas en el país, además de capturar a los grupos delictivos, varios de los cuales son del extranjero, que han intentado establecerse en Chile para utilizar el país como ruta de tránsito hacia otros destinos.
Además, la producción y el consumo de drogas sintéticas como la metanfetamina también ha ido en aumento.
Ahora, la Ley contra el Narcotráfico queda a la espera de su promulgación por parte del Presidente de la República Gabriel Boric, sumando una nueva herramienta para combatir el flagelo de la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado.
