Expresidente Fernando Collor, condenado por corrupción y lavado de dinero

El expresidente brasileño Fernando Collor, que gobernó el país entre 1990 y 1992, está más cerca de la cárcel. La mayoría de los jueces del Supremo Tribunal Federal votaron a favor de condenarlo por los delitos de corrupción pasiva y blanqueo de capitales relacionados con Petrobras y derivados de la Operación Lava Jato.

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Los jueces seguirán deliberando la próxima semana, pero la condena ya se da por hecha porque seis de los once ya votaron a favor de condenarlo. El juez que lleva el caso, Edson Fachin, propuso 33 años de prisión y que no pueda volver a ejercer un cargo público, aunque la sentencia final la determinará el grupo de jueces.

El caso se remonta a 2015, cuando la Fiscalía denunció a Collor por haber recibido sobornos por valor de 30 millones de reales (unos 6 millones de dólares, 5,6 millones de euros) entre 2010 y 2014.

A cambio de ese dinero, Collor hizo posible, con designaciones políticas, contratos ventajosos entre la empresa DVBR (Derivados do Brasil) y BR Distribuidora, subsidiaria de la empresa petrolera semiestatal Petrobras. Durante la investigación, la policía confiscó un Porsche, un Ferrari y un Lamborghini de su mansión de Brasilia. El expresidente siempre negó los hechos y asegura que es inocente.

Defendiendo su voto en más de 200 páginas, el juez a cargo de los casos Lava Jato, Edson Fachin, criticó la “actuación furtiva” de Collor en el esquema corrupto, señalando que el expresidente aprovechó su condición de senador para “articular negociaciones espurias”. El juez no tuvo piedad del político y defendió una pena más dura que la que pedía la Fiscalía en su momento, 33 años frente a los 22 que querían los fiscales.

La jueza Carmen Lúcia Antunes, que también votó a favor de la sentencia, expresó su asombro por el hecho de que la trama corrupta se haya formado justo cuando la Corte Suprema juzgaba a los llamados mensual, un esquema de compra de votos en el Congreso que sacudió el primer mandato del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

“Parece que nada de esto causó ningún temor por parte de las personas que practicaron actos ahora probados […] Ver este cuadro y tener que trabajar con él es sumamente amargo”, lamentó el magistrado.

Además de Collor, también fueron sentenciados los empresarios Luis Pereira Duarte de Amorim, quien maneja las empresas del expresidente, y Pedro Paulo Bergamaschi, señalado como el principal operador de la trama corrupta. Los dos enfrentarían sentencias de ocho y 16 años de prisión, respectivamente.

Además, el trío deberá pagar 20 millones de reales como indemnización por daños morales colectivos.

Collor no duró mucho en la presidencia porque sufrió el primer proceso de el proceso de destitución de la democracia brasileña. Los indicios de corrupción y fraude financiero y la masiva presión popular (Movimiento de la Cara Pintada) lo sacaron de la silla presidencial, pero no del poder. Luego del período en que estuvo impedido de ejercer cargos públicos, en 2007 volvió a la política como senador por el estado de Alagoas, su gran bastión electoral. Desde ese cómodo escaño de senador (que duró hasta febrero de este año) es donde presuntamente cometió los delitos por los que acaba de ser condenado.

En las elecciones de 2022, en las que apoyó la reelección de Jair Bolsonaro, intentó dar un paso más y conquistar el gobierno de Alagoas, pero quedó en tercer lugar.

Privado por primera vez en mucho tiempo de la protección legal que disfrutan los parlamentarios, ahora está más cerca que nunca de la cárcel.

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