El crecimiento en más de un 3.000% del ciberdelito expone cada vez más la vulnerabilidad del sistema bancario tradicional y explica por qué cada vez son más las instituciones financieras tradicionales que eligen integrar a la blockchain para garantizar una mayor seguridad, eficiencia y agilidad.
La tecnología blockchain se consolida y crece su adopción en los sistemas financieros tradicionales, sobre todo en la banca. En los últimos años, esta tecnología ganó solidez y demostró su potencial para mejorar puntos sensibles como la seguridad, eficiencia y transparencia en las transacciones financieras y, además, expandir las capacidades de los cores bancarios tradicionales.
Según la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), los fraudes bancarios crecieron un 3.000% entre 2020 y 2021. La agilidad de la tecnología blockchain combinada con el aumento exponencial de fraudes bancarios, dio como resultado natural que más bancos busquen en la blockchain la solución para mejorar la seguridad en los datos de sus clientes.
Además, esta integración suma el beneficio de mejorar la eficiencia al permitir en la blockchain la generación de transacciones directas y rápidas como son los smart contracts (o contratos inteligentes) que pueden automatizar procesos como la aprobación de préstamos, la emisión de garantías, etc., que simplifican los servicios ofrecidos por los bancos. También se agilizan las transferencias internacionales al realizarlas de manera directa, sin intermediarios, lo que reduce altamente los costos.
Alejandra Rodríguez, gerente de Transformación Digital en Banco Macro, compartió la experiencia de éxito de la entidad y comentó cómo se desarrolló este proceso: “Desde su lanzamiento, estuvimos analizando la tecnología y si bien al principio se planteaban resistencias, en blockchain encontramos a un aliado perfecto, porque nos da toda la seguridad y la transparencia que necesitamos.
Además, nos aporta agilidad para poder desarrollar rápidamente negocios que realizamos por fuera del core bancario. Junto a Koibanx estamos desarrollando una app para consumo dirigido.
Está pensada para ofrecerles a nuestros clientes una oferta de valor que les llegaría desde una plataforma que nos garantiza seguridad y transparencia. Lo que se planteó como un desarrollo complejo, gracias a Koibanx pudimos integrarlo fácilmente aún con estructuras dificultosas como las que exigen los sistemas bancarios“.
La región ha experimentado un aumento del 419% en los ataques relacionados con API y aplicaciones web durante el 2022. Según estimaciones de LACNIC, el organismo que maneja el Registro de Direcciones de Internet para América Latina y Caribe, el cibercrimen le cuesta a la región USD 90.000 millones al año.
Las principales amenazas incluyen el cryptojacking, el fraude, los troyanos bancarios y el ransomware. De esta manera la integración blockchain ya está ayudando a reducir estos costos al proporcionar una mayor seguridad y transparencia en las transacciones financieras, lo que resulta en un ahorro significativo en términos de costos operativos.
En este sentido, Leo Elduayen, CEO y co-founder de Koibanx -empresa fintech líder y pionera en proveer infraestructura blockchain en América Latina-, explica: “Estamos viendo en América Central, este salto de innovación que muchas veces los bancos quieren hacer y encuentran muchas ventajas en llevar parte de esos procesos transaccionales a protocolos blockchain o Web 3. Entendemos esta necesidad que nos traen, y estamos viendo excelentes resultados en este trabajo de integración que llevamos adelante con muchos bancos y organismos, como por ejemplo Banco Macro en Argentina, Banco Davivenda en Colombia, Grupo Salinas en México, entre otros. Hoy estas entidades son las que le están sumando valor a sus clientes aplicando la tecnología blockchain en su estructura mejorando costos y reduciendo riesgos.”
Según una encuesta realizada por PwC en 2020, el 60% de los bancos consultados a nivel global estaban explorando activamente la adopción de la tecnología blockchain en sus operaciones, y el 24% ya habían implementado proyectos piloto o estaban en proceso de implementación.