Golfo de Guinea: “Ha repuntado el negocio de los criminales en alta mar

La SER ha hablado con el comandante del buque BAM Audaz que lidera la lucha contra esas mafias. En lo que va de año se han registrado ya tres secuestros en el Golfo de Guinea, ocho ataques en alta mar y en solo cinco meses se han registrado el mismo número de incidentes que en todo 2022.

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Algo está pasando en el Golfo de Guinea. Hasta ahora el volumen de ataques piratas a barcos occidentales era casi residual. Una muestra es lo que ocurrió en 2022. Un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DSN) constata que en 2022 se consolidó la tendencia a la baja de los ataques a embarcaciones occidentales, la piratería descendió un 46% en 2022, respecto a 2021. Exactamente se registraron 19 ataques de piratería (solo cinco fueron relevantes), el dato más bajo de los últimos cuatro años, muy lejos de los 82 asaltos a barcos que se registraron en 2018 o los 84 de 2020.

Sin embargo, el Departamento que dirige la Seguridad Nacional alerta que, pese a esta disminución, sigue habiendo grupos activos piratas con capacidad para actuar. “La mayor amenaza actual para el tráfico mercante es la relacionada con los ataques para el robo de combustible. Otros desafíos importantes para esta región son los tráficos ilícitos y el deterioro del medio ambiente”, advierte el DSN.

Ese temor se ha hecho realidad. En lo que va de 2023 la piratería se ha disparado. Hasta la fecha, se han registrado ya 16 incidentes, tres de ellos con secuestros, que han puesto en riesgo la vida de 12 personas. Todas ellas han sido ya liberadas, las últimas tres fueron rescatadas a finales de mayo, según ha sabido la Cadena SER. Ese nivel de secuestros contrasta con lo ocurrido en 2022, el año pasado no hubo ningún rapto, según los datos oficiales.

“Esa tendencia positiva a la baja se ha visto rota”, admite a la Cadena SER el capitán de corbeta Marcos De Sousa, comandante del ‘BAM Audaz’, el buque de acción marítima de la Armada española que está desplegado en el Golfo de Guinea bajo el marco de las Presencias Marítimas Coordinadas de la Unión Europea, la misión de la UE de lucha contra la piratería.

Aproximación un destacamento del Equipos Operativos de Seguridad (EOS) de Infantería de Marina

El BAM Audaz, vigía contra los piratas

Acaban de recalar en el puerto nigeriano de Lagos, han visitado ya doce puertos y han recorrido más de 20.000 millas náuticas. El trabajo del buque de Acción Marítima (BAM) en el golfo de Guinea es clave para para proyectar seguridad marítima en un área de vital interés estratégico y reforzar la cooperación militar de los países africanos para combatir este tipo de ataques.

“El despliegue en el Golfo de Guinea, tiene tres pilares: vigilancia del entorno marítimo, para estar listos si hay que proteger algún interés nacional. Segundo pilar, son las actividades de cooperación militar con los países ribereños para fomentar la confianza mutua y ayudarles a incrementar sus capacidades de seguridad marítima, que son indispensables para nosotros. El tercero, apoyar a todas las delegaciones diplomáticas que España tiene en la región para contribuir a la acción del estado en el exterior y reforzar todos los intereses nacionales que España tiene”, relata a la SER el capitán De Sousa, a bordo del Buque Audaz.

“Solo hoy, un día normal, tenemos más de 100 buques vinculados con España operando en estas aguas, es un número muy grande. España tiene aquí muchos intereses, principalmente, pesca y transportes energéticos”, un fiel reflejo de la complejidad de su misión, que les obliga a estar siempre en guardia ante lo que pueda ocurrir, “si algunos de esos buques estuvieran amenazados las Fuerzas Armadas tiene herramientas suficientes para proporcionar apoyo y seguridad a esos intereses”.

Este buque de la Armada ha estado integrado en el Mando Operativo Marítimo, con sede en el Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima en Cartagena, y bajo el control operacional del Mando de Operaciones (MOPS).

El BAM Audaz durante su despliegue en el Golfo de Guinea

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“Los secuestros vuelven a ser un modelo lucrativo y exitoso”

La tensión estratégica en el continente africano, y en especial, en el Golfo de Guinea están modificando las dinámicas del crimen organizado que protagoniza estos asaltos de piratería. “Es pronto para evaluar el porqué del incremento. Pero hay un cambio en el modelo de negocio, la piratería no se puede entender como una actividad aislada, es una actividad de crimen organizado, sus redes mutan muy fácil y dinámicamente. Hay un cambio en el modelo de negocio. Muchos meses atrás ese modelo de negocio estaba basado en el robo de combustible, tanto en tierra, como en la mar, pero ahora hay un repunte en el modelo de secuestros por las condiciones de seguridad en el entorno porque vuelve a ser un modelo más lucrativo y exitoso”, según el análisis del capitán De Sousa.

La mayoría de los incidentes se están produciendo principalmente “en aguas interiores y zonas costeras, fundamentalmente en el Delta del Níger mediante ‘bunkerización’”, según detalla el DSN en uno de sus informes. Pero la situación ha ido a peor.

En 2023, se han registrado ya 8 incidentes de piratería en alta mar, una práctica que ha variado respecto a lo que venía ocurriendo años atrás: “En 2022, los ataques eran en fondeaderos, en puertos, es decir, era una delincuencia marítima en tierra. Sin embargo, ahora, debido a ese cambio de tendencia ha habido ataques a más de 500 millas del delta del Níger”, explica el comandante del BAM Audaz, aunque “sigue habiendo una actividad durmiente, latente, de asaltos en fondeaderos y puertos, un reflejo de la inseguridad en tierra que se traslada a los puertos”, añade.

Otro detalle preocupante es cómo estas mafias han mejorado su capacidad de acción recurriendo también a la ciberdelincuencia para ejecutar y apoyar sus acciones de piratería.

Operación del ejército nigeria

El impacto de la guerra de Ucrania

La invasión rusa de Ucrania también ha impactado en el tráfico marítimo del Golfo de Guinea, un tránsito importante para España porque por allí navegan los buques cargados con el petróleo crudo y el gas natural que Nigeria exporta a España. La situación también sigue siendo crítica en el mar Rojo y en el Golfo de Adén donde la inestabilidad en Yemen amplifica el riesgo en zonas muy próximas a las costas yemeníes, donde “hay un riesgo por la presencia de embarcaciones radiodirigidas con explosivos y de campos de minas”. De hecho, el DSN recuerda que enero de 2022 se produjo el robo de un buque de bandera de Emiratos Árabes Unidos.

En el caso de España, la Seguridad Nacional fija una de sus principales prioridades en el Océano Atlántico una zona “de vital importancia”, en especial, las Islas Canarias, “cuya defensa se realiza mediante el despliegue equilibrado y disuasorio de las Fuerzas Armadas a fin de garantizar los intereses españoles en la zona”.

El BAM ‘Audaz’ ha regresado este mes de junio a su puerto base, en Cartagena y ha dado ya por finalizada las operaciones en la costa occidental de África y Golfo de Guinea tras 143 días fuera de su puerto base, tras haber navegado tanto en el hemisferio norte como en el sur, y visitado los puertos de Lagos (Nigeria), Pointe Noire (República del Congo),Luanda (Angola), Tema (Ghana), Douala (Camerún), Libreville (Gabón), Port-Gentil (Gabón), Santo Tomé (Santo Tomé y Príncipe), Dakar (Senegal), Nuadibú (Mauritania), Lagos (Nigeria) y Abiyán (Costa de Marfil), contabilizando un total de 10 países y 12 puertos. Cabe destacar que este despliegue ha sido el más largo que se ha conducido hasta la fecha en estos espacios marítimos.

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