Juan Castro Bekios: Hay que ir detrás del dinero para atacar el crimen organizado

Juan Castro Bekios, jefe del Sistema de Análisis Criminal y Foco Investigativo habló sobre la evolución de las agrupaciones delictuales que tienen al tráfico de drogas como el principal combustible para desarrollar otras actividades ilícitas.

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“Es allí donde nuestra región tiene una falencia, no existe en Antofagasta ninguna unidad especializada que se dedique a la investigación patrimonial, ni en Carabineros ni en la Policía de Investigaciones”, lamentó el fiscal. Y aunque aseguró que registran causas con éxito en este sentido, tuvieron que recurrir a unidades de la Región Metropolitana, con todo lo que aquello implica.

El tráfico de drogas se convirtió en el combustible que permite a las organizaciones delictuales financiar otras de sus actividades ilícitas, como la compra y venta de vehículos robados y la adquisición de armamento de fuego.

El jefe del Sistema de Análisis Criminal y Foco Investigativo (Sacfi), Juan Castro Bekios, explicó que para perseguir de manera seria a estas agrupaciones es fundamental desbaratar su patrimonio a través de investigaciones que requieren un recurso humano altamente preparado.

Sin embargo, el fiscal detalló que en la región no existe ninguna unidad especializada para perseguir el lavado de activos y atacar de manera eficaz el motor de estas agrupaciones.

“El recurso es escasísimo y sólo podemos utilizarlo en algunos casos y esto significa que en otras causas en las que podríamos abrir aristas patrimoniales no puede hacerse porque no existen los recursos. Así de crudo es el análisis”, aseguró el persecutor.

El jefe de Sacfi manifestó que, al observar la dinámica de los delitos en Antofagasta, el ilícito de mayor preocupación es el tráfico de drogas y por ello incluso abrieron una línea de investigación para estudiar homicidios que podrían estar vinculados con el crimen organizado. “Pero nada de aquello será completamente eficiente si es que no se desarticulan desde su raíz a las organizaciones criminales y para eso es absolutamente imprescindible realizar investigaciones patrimoniales de calidad”, insistió.

Castro Bekios analizó el escenario delictual de la región, aclarando la incógnita de si existen bandas internacionales en la zona y sostuvo que en el 2017 advirtió el incremento de las armas de fuego en Antofagasta. “Cuando tenemos varias agrupaciones criminales que están trabajando en un mismo territorio y probablemente en un mismo mercado, los problemas que se susciten entre aquellos derivarán inevitablemente en que se protejan o actúen a través de armas de fuego. Esto, ya sea para mantener el control del mercado, resolver sus rencillas o hacerse de droga”, dijo.

Según la información que manejan en el Sistema de Análisis Criminal, ¿hay bandas instaladas en Antofagasta como las que se ven en otras regiones?

Hay que ser bastante cuidadoso con las expresiones. Una cosa es detectar presencia de uno u otro integrante activo, inactivo o descolgado de alguna agrupación criminal conocida, y otra es que aquella organización esté instalada. Decir que hay una agrupación criminal de carácter transnacional en Chile con toda su logística, operatividad, cumpliendo instrucciones de otro país, es muy delicado.

No podría afirmar que en la región de Antofagasta hay alguna de estas agrupaciones instaladas con esas características, es decir, que sean prácticamente un brazo operativo definido que cumple funciones instruidas desde otro país. Ahora, eso no significa que uno tenga que confiarse y por lo tanto no tomar todas las medidas para evitar que esto ocurra. En tanto, sí pueden existir en diversas investigaciones de la Fiscalía, la presencia de personas que están vinculadas de una u otra manera vinculada a este tipo de agrupaciones y esas son las señales para investigar, que es nuestra función. Esto no significa que no existan agrupaciones criminales en la región, porque sí las hay.

¿A qué grupos se refiere?

Cuando me refiero a las otras agrupaciones, hablo de las transnacionales, un cártel, el Tren de Aragua u otras más. Es ahí donde hago esta prevención en cuanto a utilizar la expresión de que estén instaladas o que tengamos presencia. Sobre otro tipo de agrupaciones, pero que se organizan en la región, en otra zona y que se trasladaron, esas sí las hay, tenemos organizaciones criminales funcionando en nuestra región y que están cometiendo varios delitos.

¿Qué tipo delitos?

En esta región, el hilo conductor vinculado también a gran parte de la zona norte es el tráfico de drogas, que se convirtió en una especie de combustible que mueve a estas organizaciones criminales. Vinculado al tráfico de drogas se cometen otros delitos, cualquier agrupación criminal que requiere una estructura de funcionamiento, una logística y que se verá enfrentada a otras agrupaciones similares o a los agentes que persiguen delitos, va a proveerse de armamento de fuego.

Estos grupos se protegen de otros, tienen que mostrar poder de fuego para ver se fortalecidos y tienen que prevenirse de las actuaciones de la policía. Sobre la base de datos objetivos puedo dar dos ejemplos: la semana pasada en una exhibición de armamento incautado por la Prefectura de Carabineros de Antofagasta había más armas incautadas producto de operativos policiales que de entregas voluntarias. Esto permite señalar objetivamente que la presencia de armas de fuego en la región es significativa.

Del armamento incautado en procedimientos, las pistolas de fogueo modificadas, 66 de un total de 160, representan el 41% de lo incautado, que son justamente las que hemos encontrado en poder de agrupaciones criminales. Los revólveres de fogueo modificados eran 14, que representan un 9% más y ya vamos en el 50% de armamento prohibido. El armamento hechizo, de fabricación artesanal, era de tres elementos y luego vienen todos las armas no inscritas, lo que quiere decir que no fueron adquiridas conforme a la ley, su procedencia es desconocida y puede presumirse que ingresaron desde el extranjero. De esta clase tenemos 16 pistolas no inscritas (10%); cinco revólveres no inscritos (3%) y así, un 70% del armamento de esa exhibición no fue inscrito, no pasó por el banco de pruebas y no tenía autorización.

Con estos antecedentes podemos afirmar que, en la región, el armamento que utilizan las agrupaciones criminales no son armas que provienen del mercado convencional y que se han obtenido a través de falsificación de documento, extravíos o sustracciones. Son armas de fabricación casera, adulteradas tras su fabricación o provienen desde afuera.

¿En Antofagasta se ve el homicidio con arma de fuego para control territorial?

Cualquier organización criminal, que por ejemplo se dedica al tráfico de drogas y posee armas de fuego, lo que no es excepcional, ejerce a lo menos de forma moderada el control del territorio en el que desarrolla sus actividades. Es una realidad y quizás no se ha llegado a los extremos de otras partes en donde la policía no puede llegar a ingresar a esos sectores, sobre todo en los límites urbanos y convencionales de la región y la ciudad.

Cuestión un poco más difusa es lo que ocurre en el sector del campamento, donde lamentablemente no en todos ellos existen las facilidades de acceso para que vehículos del personal policial lleguen con facilidad a ejercer sus labores de control y prevención. Pero en aquellos lugares donde hay acceso no hemos llegado al caso de que las policías no puedan ingresar, lo que hace con procedimientos y las medidas de seguridad del caso. Las organizaciones criminales propenden al control territorial de una forma más moderada en los límites urbanos convencionales.

Las policías comentan que hace 15 años encontrar armas en un procedimiento era una excepción, pero ahora es un hallazgo habitual. ¿Qué facilitó que los delincuentes ahora tengan tanto armamento disponible si la fabricación artesanal se conocía hace décadas y lo mismo ocurre con la modificación de pistolas de fogueo?

Podemos levantar algunas hipótesis y lo primero es que la criminalidad ha cambiado, la que teníamos hace 20 años en Antofagasta era muy distinta. El año 2016, 2017, cuando tenía a cargo los delitos de homicidio y no había una Fiscalía de Análisis Criminal, empezamos a levantar información sobre la presencia de armas de fuego en homicidios. En aquella época empezaron las alertas, ya que en el 25% de los delitos de homicidio había participación de armas de fuego.

Esa fue una primera alerta y esto ha ido en incremento por distintas razones, como la facilidad para modificar el armamento de fogueo, lo que se conoce como armas traumáticas. Antiguamente lo que se encontraba eran modificaciones muy rudimentarias, normalmente de revólveres, porque la disponibilidad de esa clase de armas era muy limitada, no era la misma que hoy, con muchas pistolas de fogueo en el mercado que pueden ser adaptadas con mayor facilidad.

A ello hay que añadir, aunque no tengo cómo comprobarlo, que al parecer se incorporaron en el ámbito delictual nuevas formas y conocimientos para la adaptación de cierto tipo de armas traumáticas de fogueo. Esto llevó a que fuera mucho más conveniente adquirir un arma modificada que un armamento de fuego convencional. Evidentemente, ante un armamento convencional que es mucho más difícil de conseguir versus el precio por el cual puedo obtener un arma modificada, las organizaciones criminales prefieren armamento modificado. De esta manera fue que con la Fiscalía de Análisis Criminal dimos con uno de los primeros talleres de armas en la ciudad, que estaba asociado a una agrupación criminal de un campamento de Antofagasta que fue desbaratada por una investigación nuestra en la que la mayoría de sus partícipes eran de nacionalidad colombiana. Sobre el armero, chileno, todo indica que aparentemente era una persona autodidacta, quien, a través de redes sociales, algo que no había antes, aprendió a modificar armamento. Las facilidades que tenemos hoy son mucho mayores a las que había años atrás y agrego otro factor, una frontera permeable que permite utilizar las mismas rutas para el contrabando, tráfico de drogas y de vehículos robados, para internar armas de fuego. Y debemos agregar que las transacciones de droga ahora incluyen armamento. Un traficante puede pagar una determinada cantidad de droga, ya sea en dinero o a través de vehículos robados y recibirá no solo droga, también armas porque la realidad delictual ha cambiado, las agrupaciones criminales necesitan protegerse y demostrar su poder de fuego.

Desde el punto de vista de las dinámicas delictuales y su evolución, ¿cuáles son los delitos que más le preocupan en este momento?

Como dije, el combustible que genera más dinamismo en el mercado criminal es la droga. Y esto por razones que van tanto desde lo geográfico, con una amplia frontera con un país conocido como proveedor de droga y que además es un lugar de tránsito para sustancias que vienen desde otras zonas del continente. Somos una región con una amplia costa, con puertos grandes, lo que incide en el aumento y en que ésta sea una región de mayor interés para las organizaciones criminales con el objeto de traer y distribuir drogas. Gran parte de los cargamentos que se internan a la región no tienen como destino final Antofagasta, sino la zona central o sur del país y en algunos casos salir a mercados internacionales por los puertos. La región y la ciudad es un lugar de interés para que las organizaciones criminales desarrollen sus actividades ilícitas.

A esto sumamos que están trabajando con armamento de fuego, lo que a incidirá de manera inmediata en un delito que del que tenemos que ocuparnos ahora como Fiscalía de Análisis Criminal, los homicidios en contextos de crimen organizado.

Este delito es otra de las prioridades.

Es una de las principales preocupaciones, puesto que cuando tenemos varias agrupaciones criminales que están trabajando en un mismo territorio y probablemente en un mismo mercado, los problemas que se susciten entre aquellos, las rencillas, derivarán inevitablemente en que se protejan o actúen a través de armas de fuego. Esto, ya sea para mantener el control del mercado, resolver sus rencillas o hacerse de droga.

¿Esta clase de hechos los ven aquí o todavía no aparecen?

Empezamos a trabajar en el en el fenómeno de las organizaciones que podrían estar detrás de la ocurrencia de algunos homicidios, no directamente en los homicidios aún, pero sí, y es una cuestión que venimos haciendo desde hace un año, estamos haciendo análisis respecto de cuáles podrían ser las agrupaciones que estarían detrás de homicidios en la ciudad eventualmente vinculados al crimen organizado y armas de fuego.

¿Qué clase de recursos facilitarían las investigaciones, económicos, humanos, tecnológicos?

En tema de recursos para la investigación de estos delitos hay un sinnúmero de necesidades no sólo como fiscalía, esto lo veo con una política que debe asumir el Estado para la persecución penal de organizaciones criminales. Se pueden desarrollar investigaciones que sean exitosas en términos de la captura de personas, por ejemplo, que participen en algún homicidio vinculado al crimen organizado y se puede incautar armamento y droga. Pero nada de aquello será completamente eficiente si es que no se desarticulan desde su raíz a las organizaciones criminales y para eso es absolutamente imprescindible realizar investigaciones patrimoniales de calidad. Si no vamos detrás del dinero que financia esta agrupaciones es imposible atacar el crimen organizado de manera seria y eficaz. Ahí es donde justamente están las dificultades que nosotros tenemos en la región de Antofagasta.

RECURSO HUMANO ESPECIALIZADO

Cuando solicitan información en Impuestos Internos, a los bancos, ¿qué tan fluido es el envío de datos?

Existen las posibilidades de solicitar información patrimonial, pero una investigación cuyo objeto es dirigirse a la acreditación de lavado de activos, de dinero como se conoce, requiere más que pedir información patrimonial. Requiere policías investigadores de campo, operativos, que tengan los conocimientos para investigar las aristas patrimoniales de las organizaciones criminales y además se requieren una serie de profesionales que tengan las capacidades técnicas para hacer análisis financieros, patrimoniales y tributarios de cómo funcionan estas agrupaciones. Y es allí donde nuestra región tiene una falencia hasta hoy, algo en lo que de manera personal he insistido en reiteradas oportunidades e instancias: no existe en la región de Antofagasta ninguna unidad especializada que se dedique a la investigación patrimonial, ni en Carabineros ni en la Policía de Investigaciones. Cuando hemos llegado a investigaciones vinculadas al análisis patrimonial para acreditar el delito de lavado de dinero, algo que hemos llevado a juicio con éxito, lo tuvimos que hacer con unidades de Santiago y todo lo que ello significa, que dichas unidades no solo atienden las necesidades de la Región Metropolitana, sino que las de todo el país. El recurso es escasísimo y sólo podemos utilizarlo en algunos casos y esto significa que en otras causas en las que podríamos abrir aristas patrimoniales no puede hacerse porque no existen los recursos. Así de crudo es el análisis.

¿Qué tan interesado está el legislador en el tema?

El legislador ha regulado no sólo a través de la ley 19.913 que creó la unidad de análisis financiero y que estableció los delitos de lavado de activos. Hay legislación que permite utilizar herramientas para la investigación patrimonial, una nueva legislación regula las asociaciones criminales y asociaciones delictuales que está por entrar en vigor. Existe un requerimiento de inaplicabilidad por inconstitucionalidad por una norma en discusión relacionada con el cultivo de droga que hizo un grupo de parlamentarios que estima que esa norma no es constitucional. Una vez que eso se cierre entrará en vigor esta ley que viene con más herramientas para la investigación patrimonial, para el comiso, para la destinación de bienes, para la destinación provisoria.

¿Pero trae lo que usted mencionó como déficit, funcionarios especializados para perseguir el lavado de activos?

Lo que ocurre es que los funcionarios no dependen de la ley. La creación de unidades especializadas depende de que las policías encargadas de las diligencias tengan los recursos para tener en nuestra región unidades especializadas, con profesionales preparados para ese tipo de investigaciones. Eso hoy no lo tenemos y en la región no es fácil, porque es una de las más caras de Chile, con uno de los metros cuadrados más caros de Latinoamérica, lo que hace que no veamos incentivos para que funcionarios especializados se radiquen en la zona con sus conocimientos para la investigación de estos delitos.

Es un tema relevante, porque en realidad no existe ese incentivo para ningún funcionario público, la ciudad es cara, tiene menos asignación de zona y es preferible emigrar a otras regiones. Pero evidentemente en gran parte es un tema de recursos, aunque más allá de software o tecnología, el recurso humano capacitado es algo que no puede hacerse de un día para otro y tampoco la idea es sacar personal de unidades porque también quedarán con un déficit.

Es efectivo que hay un compromiso del gobierno para reforzar los profesionales de la fiscalía, conversaciones para el incremento de la planta de fiscales, pero para realizar estas investigaciones necesitamos personal capacitado. Como no tenemos esto en la región es una falencia que nos afecta, no nos detiene, pero sí nos hace más lentos ya que dependemos de los recursos de otras regiones.

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