Si hablamos de ciberdelito y seguridad, no podemos dejar de señalar que el mundo en que vivimos sigue avanzando en materia tecnológica a pasos agigantados. Aplicaciones y dispositivos se ponen a nuestro servicio para facilitarnos algunos aspectos de nuestras vidas, pero también aparecen con ellos algunas estrategias de quienes se dedican a delinquir.
La información que llevamos en nuestros dispositivos y la forma en que los enlazamos a todo lo que nos rodea nos pone ante una situación un tanto vulnerable frente a quienes viven del ciberdelito. Por lo general, se trata de ilícitos que ocurren de forma online, pero qué sucede cuando tu carro es el blanco de los malvivientes.
En los últimos años se ha visto un crecimiento en el robo de carros, una situación que es a nivel mundial y ya no se trata de puertas y ventanillas dañadas para cometer los hechos. Entre los principales métodos para aplicar el ciberdelito en carros, los hackers se valen de un inhibidor de frecuencia. Este dispositivo les permite tomar el control del rodado por lo vulnerable que son las redes inalámbricas, por lo que se recomienda que al cerrar la puerta del carro con el mando a distancia, se chequee que efectivamente se cerró.
Si tu dispositivo móvil está enlazado a la seguridad de tu carro, los ciberdelitos pueden acceder fácilmente a ambos. No basta con tener activados el reconocimiento facial o el detector de huella digital, los delincuentes han avanzado tanto al respecto que en algunos móviles les alcanza con una fotografía o un método denominado “BrutePrint” para ingresar en él y así luego tomar el control de tu carro.
Finalmente, un falso Altavoz Bluetooh se ha transformado en una de las últimas estrategias para el ciberdelito y el robo de carros. Especialistas en seguridad detectaron que los malvivientes acceden a los rodados más modernos a través de los faros y su red CAN Bus. Así, con un dispositivo que emula una llave, los delincuentes pueden tomar el control de los microcontroladores del carro y robárselo en total silencio, y sin despertar sospechas. Es hora de tomar las medidas necesarias para poder decirles “adiós” a los ciberdelincuentes.
