La organización criminal del narco uruguayo Sebastián Marset utilizaba varios métodos para eludir controles. Por ejemplo, usaba nombres de fallecidos para transacciones financieras.
Así lo reveló este viernes el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, en medio del allanamiento a cuatro hangares del aeropuerto El Trompillo, en Santa Cruz.
“(En este caso) se determina las señales del lavado de activos, de cómo están utilizando muertos con la intención de generar ingresos de patrimonio ilícito en actividades lícitas”.
Hizo esta declaración en la intervención realizada en el aeródromo cruceño, donde se precintaron dos aeronaves que eran propiedad de Marco A. T., un ciudadano muerto.
Su nombre era empleado para la realización de transacciones financieras. Aguilera añadió que el fallecido es copropietario o socio de otra persona investigada en el caso y encarcelada.
El “modus operandi” de la red del narcotraficante era la creación de empresas fachada, mediante las cuales se dedicaba, por ejemplo, a la compraventa de inmuebles y coches de lujo.
Marset está prófugo desde el 29 de julio, cuando salió indemne de un megaoperativo policial para atraparlo en Santa Cruz de la Sierra. Huyó con su esposa, sus hijos y sus guardaespaldas.
Incluso implicó al director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico en su fuga, pero Ismael Vilca rechazó ello y le dijo al delincuente que se encuentra “acorralado”.
Ya va casi un mes de lo sucedido y aún no hay pistas del “pez gordo” que es buscado por varios países y que llegó a territorio boliviano en 2018, obteniendo dos identidades falsas.
