El presidente de Brasil, Lula da Silva, descartó una intervención federal en Río de Janeiro después de los atentados de la mafia parapolicial que controla buena parte del narcotráfico y el crimen organizado. No obstante, dio a conocer que propondrá más participación de las Fuerzas Armadas y de la Policía Federal en el control de puertos, rutas y aeropuertos.
De esta manera, Lula se refirió al accionar de las milicias parapoliciales en la zona oeste de Río, que incendiaron un tren y 35 colectivos como respuesta al fallecimiento del sobrino de uno de los líderes de la mafia parapolicial, en un tiroteo con la Policía.
En su programa Conversación con el Presidente, el líder del Partido de los Trabajadores, expuso que desea ayudar para mejorar la situación: «No queremos intervenir Río de Janeiro, no le queremos sacar autoridad al gobernador, al intendente. Cuando Río tiene un problema el problema es de todo Brasil, así como los incendios en la Amazonia. Queremos ayudar sin pirotecnia, con medidas concretas, hay que combatir a los milicianos».
También marcó que su intención es encontrarse con el ministro de Defensa, José Mucio, y contribuir con las Fuerzas Armadas para controlar los aeropuertos y puertos por parte de la Fuerza Aérea y Marina.
Por su parte, el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, comparó la situación de esa ciudad con «la violencia de México o Colombia». «El problema no es de Río, es de todo Brasil», advirtió el gobernante, que es blanco de críticas por la política de seguridad pública desarrollada en su gestión. Además, acusó de terrorismo a los atacantes a los colectivos.
